La complejidad que implica apropiarse del espacio que se habita, esto, como símbolo de identidad y representación de una cultura.
En Colombia, estamos visualmente acostumbrados a encontrar gran variedad de productos ofrecidos en comercio callejero listos para nuestro consumo; ignoramos la destreza, todo el trabajo y todo el sacrificio que implica intentar sobrevivir con el mercado ambulante debido a la cotidianidad que esto representa. También encontramos comida típica, objetos representativos de las creencias heredadas por nuestros antecesores y uno que otro objeto destinado al mero entretenimiento.
De esta manera podemos darnos cuenta de que la apropiación del entorno no solo ocurre en la remodelación de un lugar íntimo o privado, sino que también hace parte de la personalidad de nuestra cultura.
Así, nos encontramos con diferentes objetos cotidianos que quedan impregnados en el alma del transeúnte criollo y del visitante extranjero, ¿por qué no?.
