Cada mirada cuenta una historia, un origen en el cual nuestros destinos fueron marcados y nos hace quienes somos.
Las miradas gritan y callan las miles de emociones que recorren nuestro interior e intentan desbordarse por nuestros ojos.
Se puede decir mucho de una persona con solo mirarlo a sus ojos, aunque estos callen y mientan son los puntos más vulnerables de nuestras almas y siempre van a delatar lo que llevamos dentro, emociones e intenciones.
Esta es mi forma de ver y conocer a las personas, mirando y fotografiando esas ventanas del alma que tanto tienen por contar y más aún por ocultar.