EL PERAL
Este vino nace de los pámpanos fértiles de Zucaina, Castellón. En una tierra tan veterana como las manos del abuelo Vicente, que fue el que me la regaló como quien entrega
un trozo de vida aún latente. En ella, había infinitas hileras de avellanos color sol
de septiembre, y un pequeño peral al que siempre le gustó acoger pájaros emigrantes. Aún ahora sigue dando sus frutos junto a las parras silentes de Gewürztraminer.
gracias