Quiero ser directora de cine dije alguna vez hace 12 años, sin saber realmente a que me refería, quizá se debía a mis incipientes virtudes para organizar los juegos en los jardines de mi infancia o a mi devoción por la ilusión creada al ver vidas enteras a través de una pantalla; quien sabe probablemente sean más de dos las razones, sin embargo hoy en día sigo sin entender que significa ser un cineasta. Puedo intentar buscar la relación que coexiste entre el mundo que llamamos real y el que se busca representar a la hora de hacer un trabajo cinematográfico, siendo esto así, me pregunto entonces si es nuestro deber hacer uso de las facultades audiovisuales para dejar en tela de juicio una injusticia social, siendo parte o contra parte de la misma, o si la búsqueda debe centrarse en crear un espejismo que haga olvidar, solo momentáneamente, que las cosas no pintan bien, que mi país puede estar al borde del colapso, que hay gente comiendo de la basura todas las noches, que nos venden gato por liebre y el tira y encoje no cesa, que realmente no se sabe muy bien cómo está el suelo bajo nuestros pies, que en la calle un mendigo empieza a gritar desde el fondo: enajenados, enajenados… todos estamos enajenados. Como no estarlo, quien  puede sentirse parte de una sociedad tan parcializada y brutalmente violenta, pero acá estamos, acá seguimos y aquí vivimos, entonces que haremos con nuestros intentos de poeta en una sociedad de muertos, ¿enfrentar la realidad o vestirle con flores de colores? Quiero creer que podemos hacer ambas, ¿cómo separamos el arte del juicio crítico en una situación como esta?, como decir que no estamos censurados de todas formas y que hay que hacerse la vista gorda ante la decidía en una sociedad en crisis, la expresión artística individual pasa a ser relegada a segundo plano, cuando es esta una de las armas más contundente para incentivar la reflexión ante el mundo y la vida misma, la opción que tenemos como cineastas a mi parecer es aprender a usar nuestras armas, dejando atrás la revolución de balas y los copetes de laca.