El equipaje de mano es, sin duda, el equipaje más importante que llevarás. Y es que, pase lo que pase, será el que lleves contigo durante el vuelo o en caso de que las maletas no lleguen a tu destino a tiempo, sea por la razón que sea. Por ello, poner en práctica estos consejos te será muy útil para tu próximo viaje.

En primer lugar, escoge el tamaño adecuado de tu maleta de mano y asegúrate de que es el aceptado por la aerolínea en la que viajes. Por lo general, nuestra maleta de mano no debe pesar más de diez kilogramos y las dimensiones habrán de ser de 55 cm x 40 cm x 20 cm.

Después, lo primero que tenemos que hacer es una buena lista con todo lo que deseamos llevar varios días antes del viaje, para ir anotando las cosas que se nos puedan estar pasando o borrar aquellas que creemos que no serán tan necesarias. Recuerda que en este equipaje debes guardar artículos de primera necesidad, entre los que deben encontrarse:

• Recambio completo de ropa

• Mudas y ropa interior

• Zapatos

• Neceser con lo permitido

• Medicamentos

• Cargadores de tus dispositivos electrónicos

• Snacks

Para empezar, elige prendas de repuesto que tengan en cuenta el clima y el lugar de tu destino e introduce también un par de bolsas de plástico vacías para meter la ropa sucia si tuvieras que cambiarte en el avión. Una vez tenido esto en cuenta, intenta guardar las cosas de forma ordenada. Por norma, lo mejor es colocar las prendas de mayor peso en el fondo -pantalones o abrigos-, mientras que en la parte superior, colocaremos las camisetas y prendas más ligeras, o aquellas que tiendan a arrugarse. Los zapatos los puedes colocar en un lateral, aprovechando cualquier hueco.

Otra forma de organizar tu ropa es enrollándola y colocándola a modo de puzzle para que todo quede perfectamente organizado, ocupando el mínimo espacio. Si las prendas disponen de bolsillos, puedes aprovecharlos para guardar calcetines y otras cosas que lleves a bordo.

Si llevas aparatos electrónicos -¡cosa que seguro harás!-, protégelos con fundas y ponlos en la parte superior de la maleta, ya que deberás sacarlos para los controles de seguridad. ¡No te olvides de sus respectivos cargadores!

Por si el viaje es muy largo -o te toca hacer noche en algún sitio inesperado debido a escalas, retrasos, etc-, es muy recomendable llevar en tu bolsita transparente de líquidos -de no más de un litro de capacidad, con botes de no más de 100 ml- pasta de dientes, desodorante, crema hidratante o incluso bálsamos labiales. Comprueba que los botes están perfectamente cerrados y usa celofán si fuera necesario para evitar sorpresas.

Finalmente, no olvides tus snacks favoritos. Siempre que no sean líquidos -si viajas con niños, las restricciones de líquidos no se aplican-, puedes llevar algo para comer durante el vuelo en caso de que no ofrezcan comidas o se trate de un vuelo largo en el que puedas perderte alguna comida o no te guste el menú.

Por lo demás, cierra tu maleta: ya estarás preparado para volar. Disfruta y, ¡feliz viaje!