Pablo Guzman's profile

Pintura-espacios

Behance.net
Fine Arts
Balcón No. 2, Acrílico sobre lienzo, 200 x 160 cm. 2008
Público, Acrílico sobre muro, 250 x 300 cm. 2008
Cartel, Acrílico sobre concreto, 300 x 150 cm. 2008
Balcón No. 1, Acrílico sobre lienzo. 200 x 170 cm. (2) 2008
Exterior, Acrílico sobre lienzo, 200 x 170 cm. 210 x 100 cm. 120 x 80 cm. 2008
Escalera, Acrílico sobre lienzo, 304 x 366 cm. (políptico) 2008
Ascensor, Óleo sobre lienzo 200 x 100 cm. (2) - 35 x 25 cm. 2013
Escalera con personajes, Acrílico sobre muro, 220 x 100 cm. 2013



Pablo Guzmán realiza pinturas de una extraordinaria exactitud que, aparentemente, podrían entenderse como dirigidas y limitadas a una representación verosímil. En efecto, aquí se recurre a un riguroso manejo de la perspectiva, de las luces y sombras, de los colores, de las proporciones y, en fin, de todos los artificios que el arte occidental heredó del Renacimiento para “engañar al ojo”. Pablo Guzmán va inclusive más allá de estos usos regulares al buscar que las dimensiones de sus pinturas correspondan exactamente a las del objeto o a las de la situación representada, de tal manera que se pueda lograr el trompe l’oeil perfecto.

Pero, justamente en ese momento, estas pinturas, realizadas para un espacio específico, adquieren otra dimensión conceptual. Bien puede afirmarse que la obra de Pablo Guzmán no es una pintura sino, esencialmente, una instalación, lo que viene a transformar radicalmente el ámbito teórico en el cual se desarrolla y, al mismo tiempo, crea la posibilidad de reflexiones en el ámbito general de la historia de la pintura.

En efecto, mientras que las corrientes principales y más conocidas del arte contemporáneo parecen encontrar en la instalación y en el performance vías de salida a la pintura convertida en un callejón insalvable, Pablo Guzmán nos hace recordar que, al menos hasta comienzos del siglo XIX pero incluso hasta mucho después, la pintura y la mayoría de los restantes procedimientos bidimensionales tuvieron casi siempre un carácter de instalación. Mosaicos, vitrales y frescos, lo mismo que las pinturas sobre madera de los altares góticos, renacentistas o barrocos, y una parte sustancial de los óleos sobre lienzo que de manera individual o en conjuntos llenaron los palacios y edificios públicos desde el siglo XVI, fueron concebidos siempre con referencia a espacios determinados en los cuales debían ser instalados. Por eso, sacados de su contexto original pierden gran parte de sus valores estéticos y formales, y también se ven privados parcialmente de su potencial significativo.

En este orden de ideas, las obras de Pablo Guzmán denuncian calladamente todo lo que perdió la pintura en el contexto de las vanguardias por causa de la afirmación extrema de su autonomía. Desligada de un espacio específico, la pintura es sólo pintura y vale en cuanto tal. En Pablo Guzmán, por el contrario, recupera los vínculos con la arquitectura y, por tanto, con el ámbito de la acción y de la vida cotidiana, que es la fuente antropológica y cultural del sentido, y por este mismo camino reivindica su condición activa (performática) y vital. En síntesis, lo que aquí se busca no es tanto la verosimilitud de la representación, porque estas pinturas no limitan su interés a fijar una mirada sobre el mundo; lo que se pretende es replantear la verdad del arte y, en particular de la pintura, que, más allá de cualquier posible reflexión filosófica, sólo puede ser resultado de la convicción de que el arte es experiencia de la realidad y que, por tanto, como toda experiencia humana, debe estar encarnado en un espacio concreto.


Carlos Arturo Fernández Uribe
Grupo de Teoría e Historia del Arte en Colombia
Facultad de Artes – Universidad de Antioquia
Pintura-espacios
Published:

Pintura-espacios

Pinturas a escala natural que se insertan en espacios reales.

Published: