La rana Carmela y el búho Ramón.
Escritora: Mar Benegas
Cuento ilustrado para niños.
Materia Ilustración, Cátedra Roldán (FADU-UBA).
Cuento ilustrado para niños.
Materia Ilustración, Cátedra Roldán (FADU-UBA).
La rana Carmela se fue de viaje llegando a su charca perdió el equipaje.
-No se preocupe -le dijo una vozya lo he encontrado, se lo traigo yo.
Era el señor búho, con cara de sueño pues ya era de día y volvía a su leño
Pero Carmelita le dijo enseguida: -Un búho más guapo no he visto en mi vida.
El búho la mira, muy atolondrado con amor extraño, de plumas y charcos.
Y es que Carmelita y el búho Ramón se han enamorado con gran devoción.
Al día siguiente se ven en la charca, -Qué ojos más bellos- suspira la rana.
-Qué lengua más larga -contesta Ramón. Los enamorados se muestran su amor.
-Vamos a bañarnos -se mete en el agua. El búho se asombra pues no está asustada
-¡Ahí no me meto que sapo no soy! Volemos bien alto- propone Ramón.
La rana Carmela, la de la canción, lo creyó un sapito y un buen nadador.
Y el búho soñaba, mirando a Carmela, que ambos volaban sin ninguna pena.
Y está enamorado el bello Ramón. pero es que no aguanta mucho rato al sol.
Y está enamorada la rana Carmela quiere construirle un barquito de vela.
No hay modo, no cuadra, ¿Ramón y una rana? Pero ellos se quieren y quedan mañana.
Y se les ocurre con mucha emoción que bajo la luna se amarán mejor.
Por eso proponen quedar a la una cuando esté bien alta en el cielo la luna.
La rana Carmela y el búho Ramón durante la noche celebran su amor.
Y desde aquel día sucede una cosa con búhos y ranas de lo más curiosa:
se escucha muy alto, mucha algarabía, cuando en el estanque se termina el día.
Son todas las ranas, vestidas de gala, llamando a sus búhos muy enamoradas.
Y desde los bosques se oye ulular: los búhos responden sin pestañear.