Una cajita de dimensiones relativamente pequeñas llega al escritorio y se presenta con la leyenda "¿Te atreverías a Jugarte la Vida?". De entrada el concepto podría resultar un poco invasivo, no obstante esa es justamente la idea: una invitación a la acción. La cajita se abre y te obsequia un pequeño carro de juguete, una metáfora a que la conducción vial es en realidad algo más que un juego. Retirado el obsequio, la pequeña caja termina con su misión invitando a tomar una importante decisión: "Podés jugártela o evitar el riesgo"