El tejer representaba un símbolo importante en el ámbito doméstico que caracterizaba el cuerpo femenino en el arte, por medio de esta actividad la mujer construía su vida e identidad, rememoraba cada acontecimiento ante la subyugación en el hogar y cuestionaba el concepto de la mujer demeritada. Al observar ciertos elementos  que hacían  presencia de ella en los espacios, como el cocer, el oficio, unas agujas entre otros, le daban un sentido a su vida irónica y cada uno de ellos construía una memoria e identidad del pasado.

En esta vídeo instalación se evidencia un acción ejercida de momento ( una mujer anciana tejiendo) que es observada por el público y luego aquella acción que queda encerrada en un pasado, en una gran red de sombras, en el tiempo y el espacio, supeditada a un recuerdo que para unos es algo valioso y para otros algo banal. El hecho de estar en contacto con esta pieza nos transmite a una reminiscencia añeja de aquellas abuelas o madres que tejían en su época o que probablemente aun hagan uso de este oficio, la tela tejida a mano es un elemento de mucha potencia como una naturaleza muerta de aquel instante, como una telaraña sin tiempo y espacio. La animación empieza con las manos que son un símbolo general de cualquier tipo de mujer y que van construyendo por una acción la identidad de su rostro.