Hace algunos años en época de Halloween, el cultivo de calabazas de un granjero fue irradiado por desechos tóxicos, provenientes de una fabrica nuclear cercana, provocando así que estos frutos mutaran en formas terroríficas.

La misión del jugador es identificar y aplastar cada uno de estos monstruos antes de que se tomen la granja por completo y acaben con la ciudad.

Para dar forma a cada uno de los personajes (calabazas) que harían parte del juego, se hicieron algunos bocetos y pruebas de color sobre papel.

Debido a que el juego se desarrolla en un cultivo de calabazas, la interfaz de juego incorpora elementos  naturales como: hojas, enredaderas y regiones de plantación.

Los assets del juego conservaban un aspecto tétrico y desgastado, permitiendo generar en conjunto con los personajes un ambiente de misterio y de terror.

Las animaciones así como también la lógica del juego, fueron desarrolladas en conjunto con Interacstudio, una empresa dedicada a hacer experiencias y software interactivo.

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