Cuando somos niños, nuestro cuarto se convierte en nuestro centro de mando, solo nosotros decidimos quien entra y quien no -mamá tiene pases VIP ilimitados-, es donde podemos hacer y deshacer a nuestro antojo (aunque papá nos regaña cuando todo está tirado). Nuestra habitación es nuestro universo, nos ve dormir, nos ve jugar, nos ve despertar, nos ve llorar, nos ve crecer, nos ve sonreír… pero sobre todo nos ve soñar. Amamos nuestro cuarto y es nuestro mejor confidente, ahí guardamos de todo, los juguetes, nuestras fotos, las golosinas que mamá y papá no nos dejan comer, escuchamos la música que queremos, y es la habitación, quien se entera primero que nadie cómo estuvo nuestro día, lo que tenemos de tarea… nuestro cuarto se pone feliz de lo que a nosotros nos pone felices por que cuando saltamos en la cama, el sabe que fue un gran día.

Shop. Arch. Kids. Estudio de Arquitectura y mobiliario infantil en la Ciudad de México, especializado en construir, proyectar y transformar las habitaciones de los niños, nos encomendó la bella tarea de expandir la esencia de la marca con el fin de acercarla a los pequeñitos del hogar, dotándola de elementos que creen empatía tanto con los niños, como con los tomadores de decisión (los papás). Realizamos un rediseño en la imagen de la marca (ya existente) expandimos la gama cromática y creamos elementos de acompañamiento. Quizá la parte más importante de este Re Brand fue la creación de dos personajes que se convirtieran en un eje de interacción entre la marca y el público, reforzando la comunicación a los niños, de la cual carecía la marca cuando nos fue encomendada.

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