Lienzo es un proyecto ficticio de la creación de la imagen e identidad corporativa una bodega de vino. 

La imagen es sobria y elegante, pero con un toque moderno y atractivo. 

El concepto que tiene detrás, es entender el vino como forma de placer que percibimos a través de los sentidos, y así, conectando el placer como forma de arte, para acabar entendiendo el vino como arte.

De ahí surgió el naming, de entender la bodega como un lienzo; allí donde todo se forma y donde hay libertad para crear.

Siguiendo el mismo concepto, el logotipo contiene un trazo libre de pintura, para simbolizar el arte, en este caso con una disciplina plástica, como el naming.

También la música aparece representada, protagonizando el nombe de cada vino, por ejemplo, con Intérvalo, que es la distáncia entre dos notas musicales.