"RESPIRADEROS"
Respiradero I
2015, 23,5x14,5x26 cm
Aluminio remachado

Respiradero II
2015, 30,5x12,5x24 cm
Aluminio remachado

Respiradero III
2015, 34x22,5x16 cm
Aluminio remachado y Pintura

Respiradero IV(Asfixia)
2016, 110,5x291x16 cm
Aluminio remachado

Perro
2016, 118x90x43 cm
Aluminio remachado

Perro
2016, 118x90x43 cm
Aluminio remachado
Muleta
2020, 171x86x49 cm
Aluminio remachado

Muleta
2020, 171x86x49 cm
Aluminio remachado
Muleta
2020, 171x86x49 cm
Aluminio remachado
"Pas de deux"
Flexión
2020, 46x53x48 cm
Aluminio remachado

Flexión
2020, 46x53x48 cm
Aluminio remachado
Brazo
2020, 17x75,5x17 cm
Aluminio remachado

Martillo
2020, 9,5x43x48 cm
Aluminio remachado

Martillo
2020, 9,5x43x48 cm
Aluminio remachado
Muñón
2020, 12x32x30 cm
Aluminio remachado

Muñón
2020, 12x32x30 cm
Aluminio remachado
Almuerzo
2020, 10x31x11 cm
Aluminio remachado

Almuerzo
2020, 10x31x11 cm
Aluminio remachado
Pezuña
2020, 36x20x10 cm
Aluminio remachado

Fruta
2020, 17x8x8 cm
Aluminio remachado
"Respiraderos"

“Lo pulido, pulcro, liso e impecable es la seña de identidad de la época actual. Es en lo que coinciden las esculturas de Jeff Koons, los iPhone y la depilación brasileña. ¿Por qué lo pulido nos resulta hoy hermoso? Más allá de su efecto estético, refleja un imperativo social general: encarna la actual sociedad positiva. Lo pulido e impecable no daña. Tampoco ofrece ninguna resistencia. Sonsaca los “me gusta”. El objeto pulido anula lo que tiene de algo puesto enfrente. Toda negatividad resulta eliminada.”[1]

Desde el minuto cero, el filósofo y ensayista surcoreano Byung-Chul Han en su ensayo “La salvación de lo bello” arremete contra el ideal de belleza estandarizado en un intento de “revocar la separación entre lo bello y lo sublime”.

Los cuerpos escultóricos que aquí se presentan, vistos desde lejos, reflejan las características que el artista Jeff Koons pone de manifiesto en algunas de sus esculturas contra las cuales, Byung-Chul Han ataca. Sin embargo, conforme el público se va acercando a la obra, comienza a descubrir texturas mas propias de una ITS.

Ethan, protagonista del relato corto de Palahniuk “El príncipe Sapo”, después de haber cultivado minuciosamente en su propio pene todo tipo de venéreas verrugoides, plantado frente a Mona, su novia del instituto, con los pantalones bajados proclama:  

“Desde un punto de vista científico, tienes que admitir que son fascinantes.”[2]

La plancha lisa, pulida, reluciente, con las connotaciones industriales a las que alude el aluminio, ha sido extruida a golpe de martillo para conseguir unos volúmenes orgánicos que se contraponen con su propia naturaleza.

Existe un interés especial en este serie por trabajar desde el proceso y la fisicidad de la construcción. No partiendo de bocetos ni maquetas previas, a través de una superposición de parches remachados entre sí, se van construyendo los volúmenes de la obra.

Podríamos establecer un símil con las capacidades creativas del océano del planeta Solaris,  catalogado dentro de la clase metamorpha:

”Su superficie ondulante era susceptible de dar origen a unas formas totalmente diferentes entre sí, que no se parecían a nada conocido en la Tierra. La finalidad adaptativa, cognitiva o cualquier otra de aquellas erupciones -en ocasiones violentas- de su “creatividad” plasmática constituía un absoluto misterio”.[3]

El resultado de este proceso creativo se asemeja a aquellas formas mimoides, simetriadas, asimetriadas, que el psicólogo Kris  Kelvin observaba desde la estación espacial sin llegar a entender el enigmático significado de sus protuberancias.

La forma final siempre suele ser alienígena, tanto desde la acepción etimológica, del latín: algo ajeno, extraño, extranjero; como también percibidas con el uso mas reciente de esta palabra, pudiendo estas formar parte perfectamente de la escenografía de una película de ciencia ficción.


Si reparamos en los pequeños detalles que conforman este conjunto escultórico, encontraremos elementos tales como rejillas de ventilación, conductos de canalización de humos o vapores,… y que los diferentes volúmenes están unidos entre sí, por parches de aluminio con tramas claramente industriales, a diferencia de las características orgánicas del aluminio batido.

Estos elementos hacen que dichos objetos nos hagan albergar mas dudas sobre su papel en el mundo, dando cabida a la posibilidad de ejercer alguna función propia de una máquina. A su vez, el parcheado al que hacíamos referencia anteriormente se torna en remiendo rápido, reparación improvisada o lo que se conoce vulgarmente como “ñapa”.

Los títulos de las obras tampoco desvelan su significado oculto. “Perro”, “Pas de deux” y “Muleta” son el resultado de la primera imagen que surge en el cerebro al pararse a contemplarlas, al mas puro estilo de la escritura automática o la respuesta a un test de Rorschach.

De alguna manera, estas piezas nos remiten a la distancia entre un sentido/función pretérito, abolido, y una percepción actual incompleta. En el sentido temporal y espacial, podríamos decir que son piezas vacías de contexto. Sin embargo, nos hacen considerar un tiempo pasado obsoleto o un futuro desconocido. El público se ve avocado a intentar comprender su lugar y relevancia. Intenta recordar en vano y al no recordar se sumerge en un tiempo sin objeto, un tiempo sin historia.


Rafael Blasco Ciscar.

[1] “La salvación de lo bello”, Byung-Chul Han, Herder editorial, S.L, Barcelona,2015.
[2] “Invéntate algo, relatos que no te podrás sacar de la cabeza”, Chuck Palahniuk, Penguin Random House Grupo Editorial, S. A. U, Barcelona, 2018.
[3] “Solaris”, Stanislav Lem, Editorial Impedimenta, Madrid, 2012.

"RESPIRADEROS"
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"RESPIRADEROS"

Aluminium sculpture

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