Micro-Ciudades es una serie de objetos realizados en yeso cerámica y recina .
Expuestos en el marco de la muestra "ANTIPLANOS" en el Teatro de Camara City Bell.
Como materiales para la creación de estas piezas se usaron placas de microchips de computadoras.
El proceso creativo se vinculó con el concepto del universo como rizoma. Y el descarte como base fundamental para la creación de un nuevo objeto/amuleto .
Las piezas finales fueron el resultado de un proceso de generación de moldes en arcilla "fresca" y posteriormente colado de diversos materiales (recina, yeso, arcilla)
Texto Curatorial por el Artista: Francisco Sendra.
"El universo siempre se replica a sí mismo en una escala más diminuta.
Entonces la forma en que se distribuye un rio en una planicie es idéntica a un hilo de agua que se desprende de un charco rebalsado de una calle cualquiera. En micro-ciudades opera un juego similar.
Poner en relieve los restos de un sistema olvidado, que no le importan a nadie es, de alguna manera, ponderar el valor de lo inservible. Somos aquello que consumimos pero también somos lo que descartamos. En el desierto contemporáneo de la voracidad de lo útil, estas micro-ciudades se erigen como monumentos del desecho y nos obligan a enfrenarnos a este abismo."
Expuestos en el marco de la muestra "ANTIPLANOS" en el Teatro de Camara City Bell.
Como materiales para la creación de estas piezas se usaron placas de microchips de computadoras.
El proceso creativo se vinculó con el concepto del universo como rizoma. Y el descarte como base fundamental para la creación de un nuevo objeto/amuleto .
Las piezas finales fueron el resultado de un proceso de generación de moldes en arcilla "fresca" y posteriormente colado de diversos materiales (recina, yeso, arcilla)
Texto Curatorial por el Artista: Francisco Sendra.
"El universo siempre se replica a sí mismo en una escala más diminuta.
Entonces la forma en que se distribuye un rio en una planicie es idéntica a un hilo de agua que se desprende de un charco rebalsado de una calle cualquiera. En micro-ciudades opera un juego similar.
Poner en relieve los restos de un sistema olvidado, que no le importan a nadie es, de alguna manera, ponderar el valor de lo inservible. Somos aquello que consumimos pero también somos lo que descartamos. En el desierto contemporáneo de la voracidad de lo útil, estas micro-ciudades se erigen como monumentos del desecho y nos obligan a enfrenarnos a este abismo."
