Es un conjunto de más de 100 sketches, en los que me valgo de análisis gráficos y empíricos, para intentar plasmar mi propia perspectiva  sobre el comportamiento y la quí mica del cerebro, y sobre lo consciente e inconsciente. Creo formulas, mecanismos, diagramas y rompecabezas basados en las ideas de Freud, las discusiones retóricas de Lacan o la profundidad de Jung. Utilizo el lenguaje del creciente número de páginas llenas de diagnósticos del DSM (Diagnostic and statistical manual of mental disorders), la biblia de la psiquiatría contemporánea, que ha clasificado cada desorden o trastorno mental, y que a medida que pasa el tiempo, va añadiendo otros nuevos trastornos a su ya inmensa lista. 

También utilizo recursos de la geometría, la arquitectura, la física y la química o, cualquier medio visual o explicativo que se utilizan en las ciencias y la tecnología, y me tomo la libertad de convertirlos o transformarlos, sin temor a errores, en dibujos más humanos y coloquiales, para ironizar sobre los nuevos trastornos mentales, que cada día aparecen en la enferma sociedad actual. Uso títulos incongruentes que intentan mostrar lo absurdo y pretencioso que es tratar de encasillar los procesos mentales y el comportamiento humanos. Busco que quienes vean mis dibujos y lean los títulos, se sientan tan confundido como yo y como los que estudian esta maraña de células primitivas que nos hacen ser lo que somos. 

Todos los dibujos han sido ejecutados de manera muy rápida, a mano alzada. Utilizo solo unas plumas speedballs, pinceles básicos, lápices, tintas chinas aguadas y papel.  Es el medio ideal para expresar mi inquietud incesante sobre el funcionamiento del cerebro; mi cerebro y el de los demás, pues, según la psiquiatría, todos tenemos un desorden mental. Creemos ser los “homo-sapientes”;  entonces veamos nuestras mentes desde otra perspectiva.