El proyecto ubicado en la carrera 13 entre calles 50 y 51 propone crear un unidad materno infantil para la clínica de Marly. Por medio de éste se busca articular los diferentes medios de transporte de la ciudad con la estación de metro propuesta en la manzana, permitiendo así organizar los distintos flujos y garantizar el acceso de toda la población infantil a los servicios de salud.

 

La clínica se organiza a partir de patios y terrazas que permiten vivir la experiencia dentro de un espacio de salud de forma distinta. Se propone un lugar en donde no solo se curen enfermedades sino que también provea bienestar al paciente por medio del contacto con la naturaleza. A su vez se crean distintos espacios para que los usuarios se relacionen entre sí en distintos grados de intimidad. De éste modo se busca crear una experiencia amena para los niños y usuarios en general, cambiando el estigma actual que se tiene sobre los espacios para la salud.

 

La tipología del proyecto se inspira en las casas de conservación que se encuentran en Chapinero, se busca crear conciencia del valor que éstas tienen y proponer distintas formas de integrarlas a la arquitectura contemporánea, demostrando que hay soluciones proyectuales acertadas que las pueden incluir como potencializador del proyecto en vez de destruirlas.