Los calendarios nacen dentro de una estratégia de comunicación para ACHAYA, la primera etapa consistía en crear un concurso a través de las redes sociales, en el cual los ganadores podían adjudicarse uno de los tres calendarios coleccionables. El fin del concurso era dar a conocer la organización al público general y además captar la atención de personas que ya estén inmersas en el área de la astronomía, por ende las piezas debían tener un contenido relacionado al conocimento de los cuerpos celestes, así como también ser llamativas para incitar a los usuario a concursar.

Por otra parte, los calendarios que se quedaron en la oficina cumplieron con los siguiente objetivos: Ser estéticamente atractivos para ser visto rápidamente por los visitantes del observatorio, ser capaces de educar sobre temas básicos de astronomía -de esta manera aquellas personas que esperan en la oficina principal pueden aprenden sobre la carta celeste de Santiago de Chile, la constitución del universo y las principales características del sol- y finalmente, cumplir como calendario al exponer fechas importantes tales como eventos astronómicos y fases de la luna.