DOBLE ASALTO

Bombero Nuñez, perfecto lugar clandestino.
Donde bailando olvidé mi tobillo fracturado, porque debía demostrar que me cautivaste desde que te vi en la caja. 
Y amor sentí cuando aceptaste la rebaja al guiñarte un ojo.

Pero al Forestal se paga entrada completa.
Y después de gritarte que corrieras, mi pie recordó el dolor.
Sólo me quedó el puño, nulo rival para las armas. 

¡Te pego un tiro, cabrón!

Ya nada podía perder. 
El banano y las zapatillas daban lo mismo. 
Antes ya me habían robado.
Y tú ladrona, a salvo corrías. Y mi paz fue completa, esperando valores el botín.

Cuico del cité

En el barrio, al verme la gente se extraña.
Piensa que ando perdido. 
Que formo parte de alguna cruzada cristiana caritativa, esas pa sanar el alma.
Cuando me ven en la feria creen que soy gringo en atracción turística.
Mis padres, mi polola, incluso mis amigos creen que estoy escapando de algo.

Pero no, porque hace rato que había perdido mi hogar, 
y al abrir las puertas de la casita #10 volví a sentirme en casa.

Ni mi nombre, ni mi pelo, menos mis ojos.
Lo único que pertenece a este cité es mi corazón.


El Desconcierto 
(Finalista Juego Florales de Poesía, Mil Tambores 2015) 

Hemos perdido la apuesta.
Quisimos rendirle culto al consumo y la lujuria desproporcionada.
Nuestro verdadero dios  dólar comienza a sucumbir luego de tanta plegaria.
Sin duda ya no tenemos cabida en este hermoso lugar que nos acogió con tanto amor y confianza.
Es hora de comenzar el éxodo sin paradas ni retornos. El complejo y poco humano camino de la aceptación de la culpa.
Las revoluciones no lograron nada y nunca lo harán. Es un círculo vicioso, el cual nunca debimos transformar  en  pirámide desigual.

El equilibrio se desbocó, relincha con furia que lo devuelvan a como estaba antes
La igualdad está en coma, los doctores dicen que tenemos que desconectarla
La conciencia se aburrió de gritar en las calles, de tanto grito se quedó muda y no sabe escribir
El miedo salió reelecto por  décima vez consecutiva. No hubo contrincante
El amor dejó el pabellón,  dice que será su última cirugía plástica. Lo jura
El conformismo declara: “L'État, c'est moi”
La arrogancia sacó su último libro. El sueldo no me alcanza
La pobreza sigue siendo autista
La ética aún está en su año sabático
El crédito y las cuotas sin pie se van a casar. Por el civil y después por la Iglesia
Lo banal es tendencia
La injusticia se licencio de leyes. En la chile
Los impuestos sacaron la más alta aprobación
La limosna sube el PIB
La dictadura cumplió su 42° aniversario

Mientras, el desconcierto sigue escribiendo poesía.
Sin Título

Veo que se ondean viejas banderas
Escucho el odio clamar por justicia
Leo panfletos llenos de ira
Camino sobre papeles picados por manos que añoran libertad
Sostengo lienzos hechos con agujas de progreso
Los pies dan zancadas de ideología. Pasos de sueños rotos
El cambio es el líder de la secta, nosotros sus inconscientes discípulos
El agua ahora nos hace llorar
Se baja el telón plomo
La gacela acecha al león
Presas caemos de nuestra utopía.
Esa tan simple. Querer modificar lo inalterable
 
Los observo
 
Pasar inadvertidos es su mayor temor
Quedar en el olvido se volvió la pesadilla más concurrente
Lejos del rechazo prefieren estar, mientras salen a lustrar sus egos vulgares
Imágenes de amor acompañan escrituras de pasión sin sentido
Pretextos y excusas son para alimentar nuestras ansias de loa y sentimiento
 
Recados nos damos
Pero no los escuchamos
Ya que nuestros oídos no sirven
Cuando el ruido lo provoca la propia banalidad de la personalidad inculcada por el sistema.
Sin Título
 
La pisoteada.
Aquella que todos pasamos a llevar.
La testigo silente de crímenes y bondades.
 
Cuando sus ojos logran vencer a las intermitentes sombras
nubes o estrellas le gusta contemplar.
 
El rostro lo lleva manchado de por vida.
Sus venas llevan sangre ploma, verde, café. Color mugre.
 
Le hemos otorgado un labor esclavizador, una condena heredada de nuestros genes: la misión de escuchar y aconsejar la depresión en que la tierra se ha sumergido gracias a que crió cuervos.
 
Ella no dice nada, no puede.
Tampoco llora ni ríe.
Simplemente aguante el peso de nuestros egos caminantes.
 
Algún día dejará de resistir. Ese momento la tierra ya no se sentirá triste, porque nosotros dejaremos de existir.
 
Invito

Ahora, antes de irme,
debes saber que el daño nunca fue.
Más estuvo el cariño.
Simplemente mi cabeza está rota, ya no anda,
tira humo.

Y es por culpa del mundo,
que nos alimenta con ansiedad y frustración al desayuno.
Odio con salsa de prejuicio al almuerzo.
Y de cena, bueno.
Sólo los afortunados cenan de verdad.

Tomemos poesía al seco y sin hielo.
Para sentir el verdadero ardor de la prosa recitada.

Así te contemplaré cada vez que tu libido me lo permita.
Te ignoraré cuando el ego te mande a vestir,
y te besaré al  terminar.

Saltaremos por la borda de la rutina.
Para ahogarnos de arte y sentir el fulgor,
de esa cosa sublime que llaman creación.
Por eso te aconsejo que olvides.
Para tener un vacío que llenar.

Concluyo que una despedida no es correcta.
Esto es una invitación.
Bajemos el telón de lo banal y veamos eso real,
más allá del horizonte terrenal.

Nada malo nos pasará.
Para empezar basta con un:
Hola, con todo respeto ¿Nos podría llevar?

Rezo mochilero

Ruta nuestra,
que estás en la tierra,
santificada sea tu sabiduría;
venga a nosotros tus autos;
hágase tu voluntad 
en el ripio como en el cemento.
Danos hoy nuestro aventón de cada día;
perdona nuestras insistencias,
como también nosotros perdonamos 
las indiferencias;
déjanos  caer en el camión,
y líbranos del bus.
Salud.

Déjame hablar

*Él se para y toma la guitarra*

El camino me ha enseñado que es algo que no se encuentra en una oficina,
donde pasas sentado para superar los burdos desafíos del día. 
Ni menos hallado al salir a celebrarlos tomando sangría, cantando lírica de falsa alegría. 

No es esa palmadita en la espaldita tras una buena performace de actuación para engañar a gente de mentira en grandes salas.
Ni menos subir los balance del trimestre pasado pisado olvidado, con frases elocuentes y vacías. 

A qué punto hemos llegado,
ocupamos nuestra inteligencia para volvernos más tonto entre nosotros.
Hasta qué hora vas a soportar,
que te digan que todo lo haces mal.
Cuando vas a empezar a gritar,
que de ideales sí se vive, por que puta que se olvida el hambre cuando tu motor es un mundo más lindo. 

Basta ya de banalidad, el cambio espiritual ya ha de llegar. 
Abre los ojos y sueña despierto, porque ahí se encuentra la senda del camino correcto.
Aprende magia, para encantar y nunca más engañar. 
Y permítete volver crear. 

Te digo que nosotros somos el eslabón perdido. El rumbo se nos fue sin darnos cuenta, mientras el capitán toma brandy en su pieza. 
El único que quiere motín es el perro, pero todos hacen callar sus ladridos de fuerza anhelando cambio. El único esclavo en tiempos de “abolición”. 

Arriba la irreverencia y la rebeldía
Nuestras aliadas que sólo buscan compañía.

Arriba idealista.
Arriba la nueva vida. 
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Algunas letras tiradas con expresión

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