Échame a mi la culpa es un juego de mesa cuyo objetivo es zafarte de las travesuras que ocurrieron en alguna fiesta de disfraces un pelín desenfrenada y que en un presente 6 amigos tratan de recordar qué fué lo que ocurrió y quién fue la chispa que desencadenó tales desastres.

 

Durante la dinámica cada jugador toma el papel de personaje (disfráz) y la personalidad poniendo a prueba su capacidad de actuación y habilidad para evitar ser culpado. Las bolitas verdes representan las piedras que son literalmente arrojadas para llenarle el "buche" a sus contrincantes y asi culparlos una vez que lo tiene al tope, obtiene una bolita roja que representa una culpa. Pierde quien tenga menos culpas.

Los personajes y las cartas de personalidad están diseñados de manera que ayuden a la ambientación del juego y al jugador para inventar culpas y excusas en relación a los atributos del disfráz para hacer más fluida ésta dinámica. O también puede apoyarse del cubo de las culpas.

Las cartas de excusa son potenciadores que usan los jugadores para deshacerse más rápido de sus adversarios o salvarse de ellos, obtienes una cada tres piedras.