Exposición de Fotografía.
Bar Estocolmo, Palma 78, Madrid.
Del 16 de noviembre de 2009 al 15 de enero de 2010.
La vinculación del sumo con el triunfo social, el tradicionalismo y la religión, convierte a los luchadores en ídolos a ojos de los japoneses y, para sorpresa de algunos occidentales, en modelos de belleza y atracción física.
Este ambiente de culto y vanidad, menos conocido que las escenas
de lucha entre los deportistas, es el que se percibe fuera del dohyo
(ring) durante las casi cinco horas que puede llegar a durar una
exhibición de sumo.
Fotografías de Jorge Cano.
Tomadas el 11 de abril de 2009 en Fujisawa (Japón).
[Yokosuna (Champion). Photography exhibition. Estocolmo Bar. Palma 78, Madrid. November the 16th, 2009-January the 15th 2010. Western people are familiar with fighting scenes in japanese Sumo. But the fights, often no longer than ten seconds, are just a small part of a ceremony that lasts for nearly five hours. Outside the dohyo (ring), the fighters, who symbolize success and tradition, proudly exhibit the strength of their bodies to a public for whom this physical appearance is synonimous with beauty.
All photos by Jorge Cano, taken on April the 11th 2009 in Fujisawa (Japan).]
Bar Estocolmo, Palma 78, Madrid.
Del 16 de noviembre de 2009 al 15 de enero de 2010.
La vinculación del sumo con el triunfo social, el tradicionalismo y la religión, convierte a los luchadores en ídolos a ojos de los japoneses y, para sorpresa de algunos occidentales, en modelos de belleza y atracción física.
Este ambiente de culto y vanidad, menos conocido que las escenas
de lucha entre los deportistas, es el que se percibe fuera del dohyo
(ring) durante las casi cinco horas que puede llegar a durar una
exhibición de sumo.
Fotografías de Jorge Cano.
Tomadas el 11 de abril de 2009 en Fujisawa (Japón).
[Yokosuna (Champion). Photography exhibition. Estocolmo Bar. Palma 78, Madrid. November the 16th, 2009-January the 15th 2010. Western people are familiar with fighting scenes in japanese Sumo. But the fights, often no longer than ten seconds, are just a small part of a ceremony that lasts for nearly five hours. Outside the dohyo (ring), the fighters, who symbolize success and tradition, proudly exhibit the strength of their bodies to a public for whom this physical appearance is synonimous with beauty.
All photos by Jorge Cano, taken on April the 11th 2009 in Fujisawa (Japan).]