A FLOTE
En respuesta a las preocupaciones y el estrés de la cotidianidad, partí de una reflexión sobre lo que implicaba la experiencia de flotar sobre el agua, que para mi estaba relacionada con una sensación de alivio. Esta idea se encaminó hacia la sensación de estar “a flote”, a través de la que concluí que era un estado de ánimo en el que se había alcanzado cierta estabilidad, contrario a la sensación de hundimiento, y que para alcanzarlo había que liberarse de las preocupaciones para poder sentirse más liviano.
IDEAS QUE FLOTAN
Continuando mi investigación sobre lo que flota, decidí enfocarme en la expresión “las ideas que quedan flotando” y buscar una manera de plasmar lo que implica. Estas ideas, que no se materializan y que no se están poniendo a prueba, es como si estuvieran en remojo. Es así como mi proyecto se basa en poner las palabras a flotar sobre agua para que se ilustre esta noción de que están ahí en proceso de volver a ser pensadas, armadas y entendidas.
