Proyecto que trata sobre la exploración de la mujer, física,
interior y espiritualmente, en la cual a medida que va
pasando el tiempo genera muchas dudas y cambios
e influye en la vida cotidiana de cada una.
Recuerdo cuando me hacia mujer, día a día descubriéndome sin querer, ocupando mas cuadros en el baño, protagonizando mis guiones más dramáticos y llorando en mi intimidad, mientras el agua fluía por mi cuerpo...
Pero, no sabia que anhelaba más, si lograr estar en los tacones de mamá o aquellos zapatos pelados y viejos, listos siempre para salir a jugar. ¡Ah! no se, había algo que me preocupaba más; aquello, lo de abajo, los mil tabúes y cero respuestas.
Mi madre y su lucha interior, lo bueno, lo malo, lo que si y lo que no, tratando de sacar respuestas aptas para mi, mientras empezaba diciendo : “mi amor, te estas desarrollando, es normal, es parte de hacerte mujer…” y yo no entendía, ¿en que parte cabía la palabra “normal” en todo esto?, se suponía que era mujer, desde el momento en que nacío, ¿será que uno no sabe que es, hasta que se “desarrolla”? y ¿cuántos años toma saberlo?
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Ella seguía: “me siento muy orgullosa de ti, no te preocupes..”, ¿no me preocupe?, no, ella no lo entiende, un momento estoy triste y al otro estoy feliz, me esta saliendo pelo como si estuviese mutando, me duele mi pecho, mi ropa favorita ya no me queda y me bota sangre de ahí, como si tuviera una súper cortada, ¡¿cómo quiere que no preocupe?!
Pero, finalmente, como si pudiera leerme la mente, lograba calmarme diciendo: “Yo estoy aquí mi amor, estamos juntas y nada malo va a pasar, te amo”, mientras me cogía las manos y me miraba fijamente, con ese súper poder que tenía, de hacerme sentir que nada pasaba y que era normal.
Después, como olvidarlo, apareció esa sensación de necesidad, de querer pertenecer a algo, fundiéndome en un mar de dudas, tenia una lucha entre lo que era y lo que quería ser, entonces, empecé una búsqueda. En un recreo estuve con las populares y ¡bah!, las aborrecí, tan tontas e intocables, tenía que dejar de jugar futbol y estar peinada siempre, eran muy aburridas; otro descanso estuve con las ñoñas y menos, tampoco me divertí; intente otro recreo con las raras, pensé que esas si iban a ser mis mejores amigas y nada, creo que era mas rara que ellas y así, seguí probando cada recreo por un año con todos los parchecitos, pero finalmente no encaje en ninguno y al año siguiente, volví a hacer lo mismo de siempre, a jugar futbol, dibujar, irme a tocar guitarra, hablar con profesores y así me di por vencida; pero seguía mi lucha interior y nunca se fue, creo que nunca se ha ido.
 
Finalmente vi la luz al final del túnel, pude salirme del recuadro y fundirme en mi propio ser, fue como un cambio de piel, una mutación hermosa, una sensación de despojo y libertad, encontrando mi belleza, una aceptación de mi yo como persona y como ser, y fue ahí cuando supe que había acabado, que había terminado aquel libro y empezado otro, entendiendo el porque de aquella mirada de mi madre, en aquellos días de angustia y de sed.
Paula Vanessa Pastrana Cubillos
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"Desvaneciendo"
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Este proyecto trata sobre la exploración que vivimos como mujer, con nuestro cuerpo tanto física como interior y espiritual, que a lo largo que v Read More

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