Diseño de una colección de botellas de vino. En este caso, el proyecto se limitó al diseño de 3 variedades: blanco, rosado y tinto.
Quería hacer un diseño juvenil y moderno y dotar a la botella de un valor intrínseco, para que se convirtiera en un objeto que coleccionar. Por lo tanto, elegí un estilo de ilustración minimalista y tipografías realizadas a mano tanto para el logo como para la información en las etiquetas. El packaging es negro y sencillo porque de esta manera la atención se centra en la botella.
Técnica mixta: lapiz, tinta, photoshop.