Ilustración Libro-Álbum
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Eledrilo y cocofante
Por Fabián Sevilla
Libro álbum ilustrado para la materia Ilustración, Cátedra Roldan 2015,
carrera Diseño Gráfico, Universidad de Buenos Aires.
Proceso de Trabajo: Xilografía
Libro-Álbum
Eledrilo y cocofante
Por Fabián Sevilla
Por Fabián Sevilla
Coco Drilo corría tras una mariposa y Ele Fante iba apurado a visitar al
hipopótamo. No se vieron venir y...
¡Paffff!
Se la dieron de frente.
Apurados como estaban, cada uno recogió lo que se le había desprendido
con el golpazo y siguió camino.
Pero al rato notaron que los miraban como a bichos raros.
Se dieron cuenta de que en el apurón, el Coco levantó el Fante y el Ele, el
Drilo. Ahora eran Coco Fante y Ele Drilo.
El primero tenía en su cuerpo verde y escamoso, la trompa y orejas del
segundo. En su corpachón, el otro se había puesto las fauces colmilludas y
la cola larga y puntiaguda que no le pertenecían.
De pronto, Coco Fante le tuvo miedo a los ratones y se relamía por el
maní. Fue el hazme reír de la selva. Ele Drilo comenzó a pasar todos sus
días bajo el agua y a comerse cuanto animal se le acercaba. Fue el terror de
los pantanos.
Hartos, corrieron a encontrarse.
Otra vez, no se vieron venir y...
hipopótamo. No se vieron venir y...
¡Paffff!
Se la dieron de frente.
Apurados como estaban, cada uno recogió lo que se le había desprendido
con el golpazo y siguió camino.
Pero al rato notaron que los miraban como a bichos raros.
Se dieron cuenta de que en el apurón, el Coco levantó el Fante y el Ele, el
Drilo. Ahora eran Coco Fante y Ele Drilo.
El primero tenía en su cuerpo verde y escamoso, la trompa y orejas del
segundo. En su corpachón, el otro se había puesto las fauces colmilludas y
la cola larga y puntiaguda que no le pertenecían.
De pronto, Coco Fante le tuvo miedo a los ratones y se relamía por el
maní. Fue el hazme reír de la selva. Ele Drilo comenzó a pasar todos sus
días bajo el agua y a comerse cuanto animal se le acercaba. Fue el terror de
los pantanos.
Hartos, corrieron a encontrarse.
Otra vez, no se vieron venir y...
¡Pafffff!
El choque fue terrible, pero alcanzó para que el Drilo volviera al Coco y el
Fante al Ele.
Doloridos, pero conformes, se dieron la mano y cada uno se fue para su
lado.
El Coco Drilo siguió tras la mariposa.
El Ele Fante, rumbeó a casa del hipopótamo que lo esperaba en la laguna
hacía días para tomar el té.
Por eso, cuando el Hopo Pótamo vio venir a su amigo, contento lo recibió
con una margarita de regalo.
¿¡Para qué!?
El Ele Fante era alérgico a las flores y el Hipo Pótamo, de tanto esperarlo
dentro del agua, se había resfriado.
–¡AAAAAATCHIS! –estornudaron a la vez.
Tan fuerte, que al Ele Fante se le desprendió el Ele y al Hipo Pótamo, el
Pótamo.
Igualmente, el encuentro entre Ele Pótamo e Hipo Fante fue divertido,
porque este cuento volvió a empezar...
¡GRACIAS!