El actual alcalde de Bogotá D.C., Gustavo Petro, ha sido víctima de muchas críticas por parte de los medios y de la misma población. Petro no ha tenido el mejor mandato, puesto a que sus errores han sido tan grandes que lo han llevado a tener una popularidad supremamente baja entre los capitalinos. Para una ciudad cuya decadencia aumentaba con el paso de los años, no obtuvo un manejo positivo por parte de su mandatario. Sin embargo, Gustavo Petro tiene una oportunidad de cambiar por completo como se concibe la ciudad y lo que se espera en el futuro de ella, por lo que mi veredicto personal sobre la disputa entre Planes de Ordenamiento Territorial está a favor de Gustavo Petro. El Decreto 364 de 2013 es la oportunidad de que Petro reorganice Bogotá y elimine de raíz muchos problemas que ninguno de nosotros podemos aguantar. Este Decreto, también conocido como Modificación Extraordinaria al Plan de Ordenamiento Territorial (MEPOT), contiene ideas que podrían ser el único acierto de Petro en sus 4 años de gobierno. Para ninguno de nosotros es un secreto que uno de los problemas más grandes que tiene la ciudad (si no es el más grande) es la movilidad: es por esto que Petro plantea diferentes alternativas para mitigar este problema de una vez y que los movimientos internos de la ciudad no se conviertan en una pesadilla. Puntos específicos del MEPOT como la densificación del centro y la mezcla de usos podrían ser la solución a la pesadilla que se vive día a día.