Esta propuesta de campaña se enfocaba en ofrecer un seguro de vida a los padres para dejar cubiertos a sus hijos en caso de muerte.
El concepto utilizaba elementos infantiles para hacer alusión a la pérdida de un padre para niños pequeños y un mensaje fuerte que recordara que aunque es un evento desafortunado y taboo que nadie quiere mencionar, la muerte es una posibilidad para cualquier persona y es mejor estar preparado.