Los bebés
Esta serie retrata juguetes.
No son juguetes tomados al azar, los reconozco y forman parte de un tiempo a esta parte del universo simbólico y microcosmos doméstico que hoy hacen a la arquitectura emocional de mi hija. Con sus características físicas, su carácter aparentemente inerte, sus señas particulares, su nombre propio. Son juguetes para ser jugados, un juego de relaciones y afectos; femenino por naturaleza, pues es la mujer quien pare, amamanta y cuida; y como en todo juego, algo se representa y algo o alguien es representado.
Es en esta cotidiana comunión donde la niña juega y hace de otra, seguramente de esa otra que ya trae consigo y arrastra cientos de miles de años de evolución. Mantiene y transfiere así, intacto, el mandato original de preservar la especie, y aquel "amor" cavernario trasciende el tiempo y llega a nuestros días, a mi casa, donde se perpetúa la especie al petrificar el rito que nos vincula y nos proyecta y las proyecta como madre e hija.