Reflexionando sobre qué es exactamente una biblioteca, el gran objetivo es el intercambio de conocimiento. Otra característica a tener en cuanta es la intuición, que concuerda con la experiencia del usuario.
La solución más acertada para llevar estas características a algo físico es hacer un espacio fluido y continuo, un lugar donde se intuya la función de cada espacio y objeto.

Una de las reflexiones a destacar es el intercambio de conocimiento, por ello este proyecto comenzó con la idea de “la nube”, una especie de red virtual donde puedes encontrar, intercambiar conocimientos. 
Con todo esto, la propuesta es trasladar la red virtual a lo físico, convertir la red en un espacio real, no virtual, con el mobiliario y la iluminación de una forma continua. Todo esto se consigue con un mobiliario continuo y polivalente, donde se utiliza de forma intuitiva con las diferentes alturas que cuenta, acompañado con diferentes tipos e intensidades de iluminación adecuada para cada espacio.

Mobiliario diseñado a medida, continuo y fluido, con formas ondulantes y diferentes alturas, creando así diferentes zonas para diversas actividades. Junto con la iluminación lineal crea esa red física, en la que la iluminación lineal hace de conexión con el mobiliario, dispersado por ambas plantas. En las diferentes alturas cuenta con diferente intensidad de iluminación, creando así espacios intuitivos.