He viajado al infinito
sin moverme de la cama.
Mercromina – de vuelta a casa.
Y por fin romper la timidez
ese espacio entre tú y yo,
conjugar el verbo atrever
de todas las maneras posibles
y como los árboles
que se desnudan
sin pudor, tú y yo,
austeros de ropa
nos volvemos.
Y palpamos, indagamos,
mientras el verbo
de deshinfla en la boca
y el corazón bombea
deseos de tanto tiempo.