Una pequeña farmacia de menos de 30 m2, estrecha y oscura, se convierte en una farmacia fresca y luminosa al proyectar un nuevo falso techo ganando la altura total del local. La utilización de dos colores, el blanco como principal y el verde para suelo, paredes y logotipos, refuerza y estimyula el condepto de frescura en este pequeño local.
Suelo y fachadas revestidas con microcemento, paredes pintadas en bicolor blanco y verde, muebles en fórmica blancca.