LVF Jams
Packaging · Diseño · Restyling
–––
Cuando tuve el primer contacto con la asignatura de packaging no tenía ni idea de a qué me iba a enfrentar. Pero me sorprendí.
Me di cuenta de que había encontrado la modalidad que reúne todo lo que me interesa y que quería dedicarme a ella.
Hay que tener en cuenta muchas especificaciones pero me fascinó el poder juntar otras ramas del diseño (branding, ilustración, fotografía...) y aprender sobre materiales, montajes o acabados finales.
Os quiero presentar a continuación, el primer ejercicio de clase donde pude demostrar algunos de los conocimientos adquiridos.
Consistía en el restyling de algunas etiquetas de las mermeladas La Vieja Fábrica, además de actualizar la marca para que fuera acorde.
Se presentaron 3 prototipos con los tarros originales: dos sabores comerciales y uno más selecto; y para su desarrollo se analizó la estrategia de marca y su competencia, teniendo como premisa el dirigirnos al sector de los Bobos como público objetivo.
En el proceso creativo se desarrolló un moodboard para definir el estilo de diseño y el concepto a transmitir, del cual se escogió la frescura como concepto, sin olvidar el valor tradicional, y tomando como referencia el estilo escandinavo y las formas geométricas.
Finalmente se obtuvo un resultado muy «transparente», claro y ordenado, que juega con la jerarquización tipográfica y la geometría, dejando ver el interior del envase, su color y textura real, respetando así la estrategia clave de la marca «no hay foto, hay fruta».
Decir que, a lo que más importancia le doy, es a la experiencia del usuario final. Pienso que el diseño debe ser funcional y estético, pero a la vez dejar huella, tener un valor añadido que incite al buen uso de un producto. Soy fiel seguidora de los principios de Dieter Rams :)
En este caso, el valor añadido es el elemento geométrico de la parte frontal, el cual irá cambiando según la gama de mermeladas, y si se repite al girarlo, creará una figura nueva, un patrón estrella para decorar las tapas. Esto podría convertir al producto en un objeto de coleccionismo, atractivo y original, de combinaciones creativas, que además se podrá reutilizar.
En este caso, el valor añadido es el elemento geométrico de la parte frontal, el cual irá cambiando según la gama de mermeladas, y si se repite al girarlo, creará una figura nueva, un patrón estrella para decorar las tapas. Esto podría convertir al producto en un objeto de coleccionismo, atractivo y original, de combinaciones creativas, que además se podrá reutilizar.
EESS de Diseño Gráfico, Escuela de Arte de Sevilla, 2014.
