El País Lento
Sábado en País Lento,
y si no fuera por la maratón de la tortuga que honra todas las velocidades y prontitudes en rojo distintivo que tropiezan en su camino, todo seguiría igual.
Domingo en País Lento,
y si no fuera por la pausada procesión en honorable agradecimiento a tortuga excelsa del pináculo del monte tardío, todo seguiría igual.
Lunes en País Lento,
y si no fuera por el santo elogio de la lentitud en moderados carteles y semáforos en rojo al compás de paseos aerostáticos, todo seguiría igual.
