TERRAT. Mayo 2024

¿Somos conscientes de nuestro entorno más próximo? ¿Seriamos capaces de describir elementos o rincones de nuestro barrio?, fachadas, puertas, comercios, mobiliario urbano, etc. ¿Lo haríamos del portal de nuestra casa?, ¿cómo es?. Si ahora mismo, en este instante, cerráramos los ojos,¿estamos seguros que podríamos tan siquiera describir nuestra propia casa?, ¿de qué madera están hechos los muebles?, ¿cuál es el motivo del estampado de las cortinas?, ¿cómo son las molduras del techo?.

Tenemos una idea de las cosas que muchas veces no se corresponde con la realidad. Si nos fijamos atentamente, observando los objetos a nuestro alrededor, la mayoría de las veces descubriremos que no son como nos los imaginábamos, que la idea que teníamos de ellos no es exacta. ¿Podríamos describir en detalle, sin mirarlo, el reloj que algunos llevamos en la muñeca?

Los lugares y objetos cotidianos a menudo pasan desapercibidos. Sabemos que están ahí, siempre han estado ahí, pero nunca nos hemos parado a observarlos el tiempo suficiente como para saber como son de verdad, cuales son sus formas, sus texturas, su color.

Aparentemente son objetos individuales, separados. Pero una mirada más sosegada, más profunda da cuenta de la conexión que existe entre ellos. Por ejemplo, en nuestra propia calle, entre la farola y su sombra en la fachada, entre la piedra que enmarca la puerta de un portal y la que enmarca la ventana superior, la proximidad entre las ramas de los árboles y los balcones.

¿Son iguales cuando llueve, cuando hace sol?, ¿en primavera o en invierno?, ¿por la mañana o al atardecer?.

También existe una relación de todos esos objetos con los seres humanos y los animales. Entre los bancos y las personas sentadas, entre los perros y las esquinas, entre los pájaros y las antenas. Entre esas personas y animales y nosotros mismos.

La fotografía nos brinda la posibilidad de descubrir todos esos objetos, todas esas relaciones. La mirada atenta a través del objetivo enmarca la realidad en pequeñas secuencias de espacio y tiempo. Redescubrimos el mundo a nuestro alrededor. Damos presencia y sentido a lo que nos rodea. Establecemos una conexión entre nosotros y lo fotografiado. A veces, para siempre.

Eso ocurrió entre el “terrat" (el terrado de la finca donde vivo) y yo en los tiempos de la pandemia. Como muchísimas otras personas, subíamos al terrado para tomar un poco de aire, para hacer un poco de ejercicio, para ver el cielo. En mi caso, también para hacer fotografías. Para tomar imágenes de un mundo limitado, tan cercano y tan desconocido. Ahora existe un vínculo entre él  y yo. Ya somos inseparables.

La fotografía y la pandemia, tuvieron ese poder.

Años después, al editar las imágenes de este proyecto, vuelvo a sentir la conexión que me unió al “terrat” de nuestra casa. Es como reencontrar a un viejo amigo. 


Las imágenes fueron tomadas entre los meses de abril y mayo del 2020 y están divididas en cinco colecciones, todas ellas relacionadas entre sí.

Cielos y antenas
Antenas y sombras
Partes de fachadas
Puertas
Objetos, texturas y sombras

Todo el proyecto completo se puede ver en: 
Cielos y Antenas
Antenas y Sombras
Partes de fachadas
Puertas
Objetos, Texturas y Sombras
TERRAT
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TERRAT

Proyecto personal realizado durante los meses de confinamiento de la pandemia del año 2020. Un proyecto basado en la toma de conciencia de nuestr Read More

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