En el corazón de la ciudad de Kamakura, Japón, se erige una figura colosal que ha cautivado tanto a lugareños como a visitantes de todo el mundo: el Gran Buda de Kamakura, también conocido como Daibutsu. Esta escultura de bronce no solo es impresionante por su tamaño y peso—más de 13 metros de alto y aproximadamente 90 toneladas—sino también por su rica historia y significado cultural profundo que se remonta a más de mil años.

El Buda de Kamakura fue originalmente construido en 1252 durante el "Período Kamakura", una era significativa en la historia japonesa. No obstante, lo que vemos hoy es el resultado de varias reconstrucciones, ya que la estatua ha sufrido los estragos de numerosos desastres naturales, incluyendo tifones y tsunamis. La primera versión de este Buda fue esculpida en madera, pero la vulnerabilidad del material frente a los elementos obligó a los constructores a optar por el bronce, un material más resistente y duradero. Este cambio no solo aumentó la resistencia de la estatua, sino que también transformó su estética, dándole ese característico color verdoso que hoy en día exhibe debido a la pátina formada sobre el bronce.