ARQT-3504 | (2023-02)
Bogotá ciudad abierta. Oasis Urbano
17 OCTUBRE 2023
La casa como jardín
Salida de campo: recorrido por la quebrada de Las Aguas y visita a la quinta de Bolívar
23 OCTUBRE 2023
Nuestra naturaleza
Reflexión: recordando memorias de nuestra infancias relacionadas al jardín y a la naturaleza
31 OCTUBRE 2023
7 noviembre 2023
Taller de siembra
14 noviembre 2023
El mundo en un arbol
Visita al Jardín botánico
28 noviembre 2023
Ciudad y naturaleza
Durante estas cinco semanas de curso, hemos emprendido un fascinante viaje hacia la comprensión y apreciación de la relación entre el entorno natural y la construcción de nuestro entorno urbano. Desde la primera clase, en la que nos sumergimos en una caminata hacia el yacimiento de la cascada de San Francisco, hasta nuestra exploración de la reserva de los cerros, cada experiencia ha aportado valiosas lecciones sobre la interacción entre el hombre y la naturaleza.
En el inicio de nuestro recorrido, reflexionamos sobre las conexiones entre caminar y observar el paisaje. La visita a la Casa Museo la Quinta de Bolívar nos permitió explorar cómo el jardín y el agua desempeñan roles fundamentales en la configuración de espacios. Observamos cómo el jardín no solo da vida y sustenta el hogar, sino que también proporciona alimentos y medicinas. El agua, por su parte, se reveló como un elemento purificador, limpiando y revitalizando los espacios interiores de la casa.
En sesiones posteriores, exploramos nuestras experiencias personales con los jardines, indagando en las sensaciones y recuerdos que evocan en nosotros. Recordé momentos en los que, de manera intuitiva, regalaba flores y hojas encontradas en el camino, reconociendo la conexión intrínseca entre el ser humano y la naturaleza. Nuestra exploración nos llevó también a reflexionar sobre la importancia de los lugares en la construcción de nuestra identidad. Visitamos sitios significativos que no solo son testigos de eventos históricos, sino que también influyen en la forma en que nos percibimos a nosotros mismos y a nuestra comunidad. Estos lugares se convierten en vínculos tangibles entre el pasado y el presente, recordándonos la importancia de preservar la memoria colectiva a través de la arquitectura y el diseño urbano.
Un punto clave de nuestro curso fue la creación de un glosario que enlaza términos fundamentales, tales como campo, música, lugares, sentidos, formas, pensamiento, conocimiento, entre otros. Este ejercicio nos permitió comprender cómo la arquitectura canaliza estos aspectos, contribuyendo a la construcción de nuestra percepción del mundo. La música, por ejemplo, se reveló como una influencia sutil pero poderosa en el diseño arquitectónico. Examinamos cómo ciertos lugares inspiran composiciones arquitectónicas específicas, y cómo la forma de los edificios puede resonar armónicamente con su entorno, creando una experiencia sensorial única para quienes los habitan.
Finalmente, nuestra inmersión en la reserva de los cerros nos ofreció una perspectiva única sobre cómo el agua ha moldeado la montaña y cómo la vegetación, una vez considerada intrusiva, ha contribuido a la formación del paisaje bogotano. Observamos cómo la naturaleza, de manera autónoma, crea y redefine su espacio, recordándonos la importancia de integrarla en la planificación y construcción de nuestras ciudades, tomando como guía las formas en las que se crea el medio ambiente, como, por ejemplo, en el camino observados hojas apiladas alrededor de piedras en consecuencia de las lluvias y la pendiente de la montaña como permite que el agua sea corriente para despejar los caminos. Por otro lado, es interesante ver como se crean espacios arquitectónicos por medio de la erosión de lluvia, observamos a medida que subíamos, el desgaste del agua creaba pequeños escalones, que vistos desde otra perspectiva se asemejaban a una escalera de la vida cotidiana.
Este curso ha sido un viaje revelador que nos invita a repensar nuestra relación con la naturaleza y a reconocer su papel esencial en la configuración de nuestro entorno vital. El análisis de los sentidos nos sumergió en la comprensión de cómo la arquitectura puede estimular y potenciar nuestras experiencias sensoriales. La forma en que los espacios están diseñados puede afectar no solo lo que vemos, sino también lo que olemos, tocamos y escuchamos, creando ambientes que van más allá de la mera funcionalidad.
