Lanzarote is dazzling. It borders on the indescribable because it is more than a series of landscapes, it is a compendium of sensations waiting to be experienced. Amazement, shock, wonder, rapture, enthusiasm, tenderness. It is an island so unreal that it invites you to lose yourself in thoughts and reveries. It is an island that allows itself to be exaggerated because it is itself an impossible exaggeration of fire and endurance.
You see. Lanzarote is a muse. And luckily it is a compact muse. In four days - three if you don't stop for a second - you can cover it from one end to the other, and you will probably also experience a passing calima that will blur all its sharp edges.
[Español abajo]
Lanzarote es deslumbrante. Roza lo indescriptible porque más que una serie de paisajes es un compendio de sensaciones esperando a ser experimentadas. Asombro, conmoción, maravilla, arrebato, entusiasmo, ternura. Es una isla tan irreal que invita a perderse en pensamientos y ensoñaciones. Es una isla que se deja exagerar porque ella misma es una hipérbole imposible hecha de fuego y persistencia.
Ya veis. Lanzarote es una musa. Y afortunadamente es una musa compacta. En cuatro días –tres si no paráis ni un instante– podéis recorrerla de cabo a rabo y probablemente también experimentéis alguna calima pasajera que desdibuje todos sus afilados bordes.
Si estáis pensando en visitarla, no lo dudéis. Por favor hacerlo y luego me contáis.
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