Raúl Mejía: “Mazariegos es la marioneta que el pacto de corruptos necesita para terminar de corromper a la Usac”  

El ex Rector de la Universidad de San Carlos, Raúl Mejía, analiza el futuro que le espera a la Universidad, luego del fraude en la elección a la rectoría, que coloco a Mazariegos al frente de esta casa de estudios.  

Raúl Molina Mejía es Ingeniero Civil, Fundador de la Red por la Paz y el Desarrollo para Guatemala, Cofundador de la Representación Unitaria de la Oposición Guatemalteca (RUOG), profesor en la Universidad de Long Island y en la Universidad Alberto Hurtado, en Chile. Ex Rector en funciones  de la Usac (1980) y ex decano de ingeniería (1976-1980), además fue precandidato a la rectoría de la Usac para el periodo 2022-2026, con el movimiento estudiantil SOSUSAC.  

En esta entrevista, Raúl Mejía habla sobre los posibles escenarios a los que se enfrentara la Universidad si Walter Mazariegos logra imponerse como nuevo rector, aunque el también columnista, menciona que esto no sucederá, porque la resistencia nacional e internacional hacen imposible que este personaje pueda administrar a la Usac.     

A pesar del continuo y contundente rechazó de algunos estudiantes, docentes y  trabajadores sancarlistas hacia la imposición de Mazariegos, el pasado viernes 1 de Julio, este fue juramentado, tomando posesión en un evento privado, en donde anuncio sus primeras disposiciones. 

Varios estudiantes han denunciado represarías por manifestarse en contra de la fraudulenta elección, quienes se mantienen en resistencia en los diversos edificios, temen ser desalojados a la fuerza, luego de que decenas de agentes de la Policía Nacional Civil, resguardaran las instalaciones del campus central, según menciona Molina, esta acción representaría abrir la puerta a un estallido social de grandes proporciones.

Hasta el momento Mazariegos ha logrado imponerse casi sin oposición, ¿significa eso que las estructuras de poder dentro de la universidad estaban cooptadas previamente a la elección de rector? 

Hay oposición dentro del CSU; pero es minoritaria. Cinco decanos están alineados con Mazariegos y representantes profesionales y estudiantiles son parte ya de la mafia universitaria. Logra Mazariegos reunir alrededor de 25 miembros de los 44 que deberían integrar ese cuerpo. La respuesta a su pregunta es obvia, la cooptación se ha venido dando a lo largo de un período extenso. La mayoría de la comunidad universitaria, sin embargo, se opone a la corrupción nacional y universitaria representada por Mazariegos.

¿Cómo se explica que el sistema de justicia del país haya fallado en favor del fraude?

No podía esperarse otra cosa, cuando la casi totalidad del sistema de justicia –con algunas pocas y honrosas excepciones- ha sido cooptado por la mafia que gobierna. Ningún amparo ante la CSJ o la CC puede prosperar, porque en la primera hay 15 mafiosos de 17 miembros, que se han excedido tres años en sus funciones en plena violación de la Constitución. Con la reciente votación del CSU para elegir Magistrado ante la CC, ésta cuenta con 10 mafiosos de 10 magistrados posibles para hacer lo que se le ronque a la “dictadura de la corrupción legalizada”, como la designa el Cardenal Álvaro Ramazzini.

¿Es Mazariegos el hombre fuerte de denominado pacto de corruptos dentro de la Usac?

Este pretendiente de la rectoría no puede ser “hombre fuerte” de nadie. Es, sí,  la marioneta que el pacto de corruptos que necesita para terminar de corromper a la USAC y hacer piñata con el 5% del presupuesto que la Constitución asigna a la USAC.

¿Por qué es tan importante el control de la rectoría de la Usac para los grupos pro-corrupción e impunidad?

Porque el control de la USAC les garantiza varias cosas: utilización corrupta del 5% del presupuesto nacional, que debiese ser asignado a la universidad cada año; nombramiento de personajes carentes de honorabilidad y decencia en cerca de 100 puestos nacionales para los cuales las leyes del país piden presencia de delegados de la USAC, justamente por la calidad moral y ética que la USAC ha de ostentar (como ejemplo, el CSU eligió a la magistrada Gloria Porras para la CC y dicha Corte, pese a tener ya 9 de 10 magistrados inmorales, no le dio posesión y exigió nueva elección); y, tercero, y de gran importancia, los grupos pro-corrupción e impunidad esperan acallar las protestas de la comunidad universitaria proba contra el Estado.

Pareciera que a Mazariegos no le importa el rechazo que despierta dentro del movimiento estudiantil, ¿ve fuerza suficiente en los estudiantes para forzar su salida y la repetición de las elecciones? 

Es evidente que a Mazariegos no le importa el rechazo del sector estudiantil, aparte de que con fondos, dádivas y otras regalías pretende ganar el apoyo estudiantil en los Centros Regionales y en la Facultad de Humanidades, en donde ha sido dictador. Puede ser que en el momento actual la fuerza de las y los estudiantes parezca insuficiente para echar a Mazariegos y para que se realice un proceso eleccionario legal, justo y transparente; pero él tampoco tiene la fuerza para dirigir la USAC bajo las circunstancias actuales, con el agravante de que al utilizar la represión estatal para recuperar instalaciones universitarias podría producir un estallido social de carácter nacional.

¿Cuánto tiempo podrá mantenerse el paro de actividades académicas y la toma de las instalaciones universitarias?

Puede mantenerse indefinidamente. En la UNAM, en México, paro y tomas se sostuvieron más de un año, hasta que las autoridades entraron en un proceso de solución aceptable al movimiento de oposición. De igual manera, hoy en Guatemala, el cierre de la USAC no tiene plazo.

Algunos representantes estudiantiles ante el CSU temen que el movimiento de resistencia sea debilitado por algunos docentes que vean en peligro sus intereses económicos, ¿cree eso posible?

Los docentes que vean en peligro sus intereses económicos, que son válidos, pueden presionar en una u otra dirección. Pueden presionar a las ilegítimas autoridades para que se invalide la espuria toma de posesión, se invalide el proceso fraudulento de elección de rector y se abra un nuevo proceso. La otra opción, inaceptable para la comunidad universitaria proba, es presionar a las y los estudiantes y profesores para reactivar las actividades académicas. Eso no ocurrirá.

¿Podría la apatía y desinterés de la gran mayoría de universitarios jugar a favor de los intereses de Mazariegos para desarticular la resistencia?

A eso le apuesta él, a que el desinterés de muchos y la apatía que las autoridades han sembrado puedan ayudar a desarticular la digna resistencia. Pero eso no ha ocurrido hasta ahora; al contrario, dado el enorme rechazo al CSU corrupto, al robo de la elección de rector, más y más sectores académicos exigen una solución honesta al plazo más corto posible.

Hay un temor latente porque Mazariegos acuda a las fuerzas de seguridad para desalojar las instalaciones ocupadas por los estudiantes y criminalizar a sus dirigentes, ¿la represión debilitaría el movimiento o, por el contrario, fortalecería la resistencia?

En la manga de la camisa de Mazariegos siempre ha estado la represión violenta por las fuerzas de seguridad contra la comunidad universitaria honesta, por órdenes del gobierno, con su cauda de violencia en los recintos tomados y la persecución estudiantil. Hacerlo representa abrir la puerta a un estallido social de grandes proporciones. En época preelectoral, eso significaría la muerte y entierro de las fuerzas políticas que lo avalen.  Giammattei va para afuera, sin respaldo alguno, y quienes quieren sustituirlo no se animarán a derramar más sangre. 

La resistencia va en aumento y la represión hará que más y más sectores sociales se sumen a la recuperación de la Universidad.

Y si Mazariegos se consolida, ¿qué futuro le espera a la Usac en los próximos años? 

Mazariengos no puede consolidarse. La resistencia nacional e internacional hace imposible que pueda administrar la USAC. Lo que se prevé es una resistencia multifacética y generalizada, que dificulte las actividades académicas y cierre todos los espacios para la universidad, dentro y fuera del país. La determinación es: “Mazariegos se va o lo echamos”. En el futuro no se contempla un remedo de rector en la rectoría.