Atemporalidad de las emociones y el recuerdo
“La vertiginosa intensidad de las emociones y el recuerdo, de una perdida a flor de piel.
La herida fresca, aun abierta, y por la cual brotas nuevamente tú, mi fiel acompañante de húmedas mejillas.
Te creí desaparecida bajo el mundano sonido, pero cuando habito en mi profundo silencio, vuelves como un golpe tempestuoso.
Vertiginosa intensidad de las emociones y el recuerdo.
Eres el momento persistente en mi memoria.
Eres la ventana abierta a los paisajes que jamás volverán.
Eres la absoluta muerte de los sentidos presentes.
¡¡¡Nostalgia!!!
Amarras los cordones de mis zapatos, para hacerme caer nuevamente a tu lado.”
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Atemporalidad de las emociones y el recuerdo, nace como una forma de mostrar el constante fluir de emociones nacidas por la pérdida de un ser querido.
Estas sensaciones no habitan en lugar alguno del tiempo, ya que simplemente se manifiestan, inesperadas, sacándonos de nuestro presente. Parecieran estar en el pasado, pero es un parecer ilusorio, pues el sentimiento es real cuando llega el recuerdo.
Las imágenes se presentan en un lugar frio, donde no existen más que construcciones vacías. El entorno se muestra opresivo y a veces contenedor entre planos paralelos y de apariencia fractal, lo que busca representar el constante circulo del recuerdo.
Este entorno inerte contrasta con el movimiento convulsivo y expresivo de la modelo, que representa a los que quedamos en vida, y el abanico de emociones que cargamos y atesoramos; y que nos impactan con una intensidad dolorosa. Y que nos cobijan en el limbo del luto. Pues finalmente, los que han marchado solo existen en las emociones y recuerdos de aquellas experiencias vividas.
