En un esfuerzo por combatir la disminución alarmante de los bosques nativos en Perú, Greenpeace se lanza a la acción, buscando el apoyo de las comunidades locales y los pueblos originarios. Este proyecto visual destaca el impacto devastador de la deforestación en la biodiversidad y las comunidades. La colaboración entre Greenpeace y las comunidades locales es vital para promover la concienciación ambiental y social y revertir los daños.

Perú, antes rico en bosques nativos, enfrenta ahora la amenaza de perder esta invaluable riqueza. El informe reciente señala que el 95% de los bosques secos han sido erradicados, lo que cambia drásticamente la vida en estas áreas. La lucha contra los taladores furtivos y los incendios provocados para pastoreo es diaria, pero hay esperanza en la acción colectiva.

Greenpeace destaca la importancia de proteger los bosques, incluso en áreas ya designadas como protegidas, como El Cañoncillo. La organización apela a las autoridades para que se comprometan con la protección efectiva de estos ecosistemas. Este trabajo colaborativo no solo busca salvar los bosques sino también mejorar la calidad de vida de las comunidades locales, demostrando que con esfuerzos conjuntos y creatividad, podemos diseñar un futuro más verde y sostenible para Perú.