En un remoto pueblo rodeado de densos bosques y neblina perpetua, existía una antigua leyenda sobre un gato negro llamado Noche y una araña gigante conocida como la Reina de las Sombras. Se decía que estas criaturas habitaban en las profundidades del bosque oscuro, donde solo los valientes se aventuraban y los supersticiosos temían pisar.

Una noche de luna llena, Noche, el gato negro, de pelaje oscuro como la noche misma, se aventuró más allá de los límites del pueblo en busca de aventuras. Mientras vagaba entre los árboles retorcidos, Noche sintió una presencia siniestra acechando en las sombras. Con sus brillantes ojos amarillos escudriñando el entorno, descubrió a la Reina de las Sombras, una araña del tamaño de un perro, tejiendo su tela entre los árboles.

La araña, con sus múltiples ojos brillando como brasas encendidas, se giró hacia Noche y susurró con una voz que resonaba en la oscuridad: "Bienvenido, gato nocturno. ¿Qué te trae a mis dominios?"

Noche, con una mezcla de valentía y curiosidad, respondió: "He venido en busca de aventuras, pero me temo que me he adentrado demasiado en tu territorio."

La Reina de las Sombras sonrió con malicia y dijo: "Aquí en la oscuridad, las aventuras pueden tomar un giro oscuro. Pero si estás dispuesto a desafiar los peligros, te mostraré secretos que pocos han visto."

Intrigado, Noche siguió a la araña más profundo en el bosque, donde los árboles susurraban historias de antiguos males y sombras acechantes. La Reina de las Sombras le mostró un laberinto de túneles subterráneos, donde criaturas de pesadilla se ocultaban en la oscuridad.

Pero cuanto más tiempo pasaba Noche en la compañía de la araña, más se daba cuenta de la verdadera naturaleza de la Reina de las Sombras. Sus secretos no eran más que trampas mortales, y su amistad era solo una ilusión tejida con seda oscura.

Con valentía y astucia, Noche logró escapar de las garras de la araña y regresar al pueblo, donde advirtió a los lugareños sobre los peligros que acechaban en el bosque oscuro. Desde entonces, Noche se convirtió en un guardián vigilante, protegiendo al pueblo de las sombras que se ocultaban en la noche eterna. Y la Reina de las Sombras, derrotada pero no olvidada, continuó tejiendo su tela oscura, esperando el día en que pudiera reclamar su venganza sobre el mundo de la luz. 

 

creador: Diego Arnulfo peña Burgos.

derechos de autor Diego Arnulfo Peña Burgos.