Pocas son las veces en las que algo nos envuelve tanto por fuera que logra llegar a nuestro centro y tocarnos por dentro. Pocas son las cosas que nos admiran tanto por su pureza que nos hacen pensar acerca de la razón de nuestra existencia, reflexionar sobre nuestra presencia aquí en la Tierra. ¿Es acaso este un premio? Una melodía tierna y romántica entrando por tus oídos, invadiendo tu ser y llenándolo todo de gracia.

¡Qué maravilla!

Tal vez pueda llamársele escencia femenina, aquella que de alguna manera se encuentra en la naturaleza, en la vida silvestre. Esa sutileza que solo los afortunados logran percibir en el aire para inmediatamente llenarse de inspiración. Aquella que trato de plasmar en esto.

Me siento afortunada de estar rodeada de tanta belleza. Realmente. Soy afortunada.