El brief destacaba la concisión, la búsqueda de un criterio visual simple, sin ambages, que transmita frescura y sea, a su vez, económico en la utilización de las formas y las composiciones.
En suma: una estética depurada y diáfana, despojada de artificios innecesarios, que logre poner de relieve lo esencial.
En suma: una estética depurada y diáfana, despojada de artificios innecesarios, que logre poner de relieve lo esencial.
Aquí, las animáticas propuestas al cliente para la prosecución del video.
Como podrá notarse en el video final, las animáticas solo fueron enmendadas con una modificación en el color de acento por uno que se ajustara estrictamente al color corporativo utilizado por SQM.
Asimismo, algunos personajes fueron coloreados para hacer hincapié en la política de inclusión de la empresa.
El proyecto fue también un híbrido entre 2D y 3D. El manejo de las tres dimensiones nos otorga siempre mayor versatilidad para el planteamiento de escenas y transiciones.
Luego, lo sabido: el clean up a través de After Effects.
Luego, lo sabido: el clean up a través de After Effects.
El cliente fue asertivo en la recepción del storyboard.
Aquí, el antes y el después de aquel primer momento en que se presentan las lógicas dudas: «¡¿Pero cómo quedará finalmente?!».