Parte 3

Daniela

Tan dentro de mí habita una duda incapaz de responderse a sí misma, incapaz porque significaría encierro, encierro en soledad, en una soledad tan abrumadora que me obligaría a reconocerme a mí misma con todos esos fallos y miedos que no quiero que hagan parte de mi yo, esa "parte oscura", esa que aborrezco en otros porque me refleja y no me gusta ese reflejo, tan sucio, tan poco la imagen que he creado de mi misma, tan lejano de lo que quiero ser, y la odio y me odio, y no me veo yo sino que solo veo esas oscuridad, esos fallos sin intento, esa duda, esa duda que me persigue y me abruma y me pesa y me guía pero yo no la escucho porque no la quiero, no la acepto y la pongo fuera de mi pensamiento... o eso creo que hago, pero ella me habita, y me habla al oído desde adentro y yo me hago la que no escucho, solo miro hacia afuera, lo que me falta, a lo que voy, pero ella sigue ahí, recordándome, susurrándome que mi duda mas grande soy yo, ¿quién soy? ¿qué debo hacer? ¿esto está bien? ¿estoy yo bien? ¿quién soy yo?  ¿quién soy yo?  ¿quién soy yo?  ¿quién soy yo? y así mil dudas más dentro para dentro tan dentro que ya no veo y no quiero ver y todo es oscuro y lloro y grito y pataleo y salgo y la duda no se responde, sigue ahí, porque yo sigo acá, afuera, con miedo, miedo de entrar en mí y habitarme, habitarme por completo, como soy toda, clara y oscura, fuerte y llorona, y sigue ahí, sigue la duda, tan dentro de mí y no me respondo a mi misma.