CONNEXUS

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Connexus es el resultado de un proceso de diseño especulativo que se sustenta en un evento histórico, modificado por un punto de inflexión ficticio:

En 1943, Albert Hofmann; químico e intelectual suizo, analizó el Cornezuelo del centeno y descubrió accidentalmente una sustancia que le causó una distorsión en el sistema nervioso perturbando su percepción de la realidad." (Onion, Sullivan, & Mullen, 2017). Esta anomalía cautivó por completo su
atención y optó por centrar su investigación en dicha sustancia, la cual posteriormente se denominó: Dietilamida de ácido lisérgico, más conocida
como LSD.

"La capacidad del LSD para expandir la mente llevó a la creación de una ley que autorizó su consumo exclusivamente entre científicos, con el propósito de fomentar el desarrollo tecnológico e ideológico de las ciudades."

La sociedad se reorganizó y se adaptó con el objetivo de permitir que la humanidad consumiera esta sustancia con propósitos evolutivos,
tecnológicos, creativos e innovadores en campos que abarcaban desde las artes hasta las ciencias exactas y sociales.

Se crearon espacios externos a las afueras de las ciudades destinados al consumo de la sustancia, donde las personas debían entrar a una cápsula
para tener una mayor experiencia sensorial y personal. Sin embargo, no era un espacio individual, pues había más cubículos donde más personas
podían entrar y, si deseaban encontrarse en la dimensión, lo podían hacer.

Mediante biotecnología, se creó una flor sintética que, al crecer en los espejos de agua de los templos bajo la luz de la luna llena, genera Connexus, una sustancia cítrica inhalada por los usuarios. Estos se encuentran sobre sillas inspiradas en pétalos de flores, diseñadas con material transparente para permitir que la energía del estanque llegue al usuario y se transporten a Viscum.

Viscum es la dimensión viscosa a la cual las personas son transportadas mediante Connexus. Este universo viscoso y colorido le permite al usuario expandir su creatividad al máximo y llegar a la consciencia superior, pues las ideas fluyen al son de la materialidad. La experiencia dura 30 minutos en tiempo real y un día en tiempo dimensional.