La danza, como forma artística, ha experimentado una metamorfosis significativa con la ayuda de los medios. Los primeros musicales de Hollywood no sólo popularizaron la danza en el cine, sino que también rompieron barreras, llevando esta expresión a una audiencia más amplia y diversa.

Con la televisión, programas de variedades y competencia han ofrecido un escenario para que bailarines de todos los niveles y estilos muestren su talento. Esta visibilidad ha fomentado un nuevo nivel de aprecio y ha establecido un estándar de excelencia en el mundo del entretenimiento.

En la era digital, las oportunidades para la danza han crecido exponencialmente. Plataformas en línea y redes sociales han democratizado el acceso, permitiendo a artistas de todo el mundo compartir su pasión y creatividad. La diversidad y la inclusión en la representación de la danza son ahora más palpables que nunca, creando un tapestry global de movimiento y expresión.