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Grandes Maestros. Errancias con Salmona

Grandes Maestros de la Arquitectura. Errancias con Salmona
Definición de Verde
Rogelio Salmona. Posgrados de Ciencias Humanas Universidad Nacional, 1995-2000
Verde se define como adjetivo que puede ser el de un lugar, según la Real Academia Española: “Destinado a ser parque o jardín, y en el que no se puede edificar. Zona, espacio verde”.
            Para el filósofo alemán Joachim Ritter, refiriéndose verde como paisaje, en relación con el arte: "paisaje es naturaleza que está presente estéticamente en su contemplación para todo observador dotado de sensibilidad".
            Según Maderuelo, en su libro “El paisaje. Génesis de un concepto”, la universalidad del término de belleza va muy ligado de la idea de naturaleza, de manera que el afirma:
"El paisaje es un constructo, una elaboración mental que los hombres realizamos a través de los fenómenos de la cultura. El paisaje, entendido como fenómeno cultural, es una convención que varía de una cultura a otra, esto nos obliga a hacer el esfuerzo de imaginar cómo es percibido el mundo en otras culturas, en otras épocas y en otros medios sociales diferentes del nuestro".[1]
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[1] Javier Maderuelo. “La definición de paisaje. En El paisaje. Génesis de un concepto” España: Editorial ABADA, 2005, p.17.
Berque propone que hay cuatro condiciones necesarias para que una cultura se pueda considerar paisajista, siendo una de esas: la posesión de jardines cultivados por placer.
En el libro, explican la concepción de paisaje en la cultura China:
"El sentimiento a través del gusto, se crea la belleza.
(...)
Y esta belleza tiene que ver más con la mirada que se dirige a las cosas que con las cosas mismas: es el sentimiento (ging) lo que crea (wei) lo bello (mei). Dicho de otra manera, si la naturaleza se convierte en algo bello, agradable de mirar es porque lo miramos como paisaje".[1]

[1] Maderuelo, Op. cit, p.21.
Finalmente, el paisaje existe gracias a que hay quien lo observe y quien genere un sentimiento, creándose así una experiencia sensorial.
Verde a través de la obra de Salmona
Rogelio Salmona. Centro cultural Gabriel García Márquez, 2007
"La arquitectura transforma la naturaleza y la ciudad. la moldea; es el pálpito del lugar y lugar de encuentro entre la razón, el encantamiento y la poesía". Rogelio Salmona
En su libro “Rogelio Salmona. Tributo”, Ricardo Castro, relaciona la arquitectura de Salmona con cinco conceptos que definen lo que sus edificios logran. Estas ideas, bajo la concepción de la obra de Salmona, hacen que su arquitectura sea una experiencia sensorial total.
Tales conceptos son:
- Syndesis: proceso con la necesidad de unir.
- Anamnesia: evocación de una experiencia.
- Shakkei: tomar en préstamo la perspectiva lejana.
- Mitate: revelador encuentro.
- Topothesia: emplazamiento de un lugar.
La arquitectura de Rogelio Salmona es una simbiosis producida por su fusión con la naturaleza. Sus jardines son la representación moderna de los jardines barrocos franceses, con los que busca exaltar su belleza, creando sentido de lugar. Sus correctos emplazamientos, enmarcan visuales que desea destacar y oculta con la misma arquitectura lo que debe ser ignorado.  Estimulando los sentidos, consigue generar recuerdos perdurables en la memoria de quienes habitan sus edificios, gracias a su acertada unión entre la arquitectura y el paisaje.
            En el libro “Tríptico rojo” de Claudia Arcila, plasma las conversaciones que mantuvo por varios años con Rogelio Salmona, ella rememora diferentes momentos de la vida del arquitecto que hacen de su obra, una experiencia basada en sus errancias por el mundo a lo largo de su vida.
            En su infancia, Salmona recuerda que la casa en donde creció, en Bogotá, tenía al menos tres espacios al aire libre (patios). En uno de ellos, había un jardín con caléndulas… Estos recuerdos, fueron su principal inspiración para   crear baterías de patios. “La idea de la casa como un espacio abierto”, argumenta Salmona, es su numen principal en el momento de la creación de una obra arquitectónica. Él le confiere mucha importancia a las sorpresas que pueden brindar el patio y los espacios abiertos en una construcción, dice que “si suprimo esos espacios abiertos en el corazón de la casa, suprimo la poesía”.
            En otro de sus recuerdos, Salmona cuenta que en una oportunidad cuando estuvo de viaje por Italia, se hospedó en un hotel de baja categoría, sin embargo, la arquitectura que lo rodeaba era impresionante. El entorno resultaba una verdadera experiencia sensorial, que rescataba su estancia en ese lugar, afirmando; “estaba viviendo un paisaje”.
            Según Claudia, “vivir en un paisaje es una forma de crearlo, sobre todo cuando las circunstancias obligan”[1].  Refiriéndose a las obras de Salmona en donde uno de los protagonistas es el paisajismo, el verde. Estos espacios, que diseña meticulosamente, buscan crear experiencias vividas, que los usuarios puedan rememorar en el futuro. “Elementos como el agua, el límite, el tiempo, la naturaleza, la humedad, la vegetación”, además de “el sol, la topografía, las trasparencias, las penumbras, las luminosidades”, son aspectos que tenía en cuenta al momento de diseñar, ya que estos son fundamentales para darle vida a la arquitectura, para enriquecer los espacios.
Cuenta Salmona, cuando en uno de sus viajes por Marruecos, conoció a un anciano con el que viajaba por el desierto. En un momento, el anciano se detuvo en el camino ante una pequeña flor azul; esta nacía con el rocío de la mañana y moría con el calor de mediodía. “Desde entonces sé que nada de lo que hace el hombre es banal. Siempre hay una revelación, una actitud de asombro ante la naturaleza”. Esta experiencia se asocia a la obra de Rogelio Salmona, ya que, en su arquitectura, cada paisaje, cada jardín, cada zona verde están pensados para enmarcar e incorporar visuales.  
            En el libro de Cristina Rugeles, titulado “Rogelio Salmona. Un arquitecto frente a la historia”, se revelan pocos, pero precisos momentos en los que Salmona hace alguna alusión a los paisajes, así como a los jardines. Estas menciones surgen en torno a los viajes que el arquitecto realiza; relata cuál es su postura frente a ellos y cómo estos lugares lo hacen sentir, de manera que crean experiencias y memorias a partir de las sensaciones que estos le generaron.

[1] Claudia Arcila. “Conversaciones con Rogelio Salmona”. Bogotá: Taurus, 2007.
Uno de esos instantes que vale la pena mencionar, sucedió en el Jardín de la Alhambra, cuando recuerda las sensaciones placenteras que le generaron el sonido del agua, los colores, los recorridos por el espacio. Él descubre que la obra y su entorno bien conjugados, crean la magia de la experiencia sensorial de la arquitectura. Así mismo evoca con grandes afectos, a los jardines de Generalife, ya que, gracias a estos, Salmona inicia su relación con la vegetación.
Rogelio Salmona viajó mucho durante su estancia en Europa, influenciado por sus principales maestros en Francia, Pierre Francastel y Le Corbusier. Ambos le sugerían recorridos y arquitecturas que consideraban podían ser grandes fuentes de inspiración y referentes para su aprendizaje. En sus viajes, “lo que estaba buscando era el surgimiento y la razón de ser de la arquitectura con el entorno y con el paisaje”, cuenta el arquitecto. Además, agrega que “los parques son importantes, cuando son parques, no cuando son espacios verdes vacuos, vacíos”, refiriéndose a que debe haber todo un diseño espacial y de paisajismo para lograr que exista el concepto de parque y las personas se sientan a gusto en este lugar.
            Salmona manifiesta su descontento con el proyecto Ronchamp, de su maestro Le Corbusier, ya que considera que esta obra no se mimetizaba con la naturaleza, sino que por el contrario estaba impuesta artificialmente sobre el paisaje, desconociéndolo, como si no hubiese un respeto por este. Admira la arquitectura de Frank Lloyd Wright y su habilidad para incorporarla en el paisaje.
Rogelio Salmona. Nueva Santa Fé de Bogotá, 1963
Relación del verde de Salmona con el arte del paisaje
Rogelio Salmona. Casa de Ríofrio. 1997-2000
La arquitectura de Salmona refleja la influencia de sus viajes y como el paisajismo adquiere protagonismo en sus obras.  La travesía por Europa, en sus años de formación profesional, lo llevan a conocer diferentes culturas, métodos de construcción y diseños de jardines y parques.
El estudio cuidadoso del diseño paisajista del Renacimiento, los jardines franceses e ingleses serán las fuentes más determinantes de su trabajo.
            Los jardines renacentistas aparecen en los siglos XV y XVI, principalmente en Italia gracias a los grandes avances arquitectónicos y urbanísticos patrocinados por la Iglesia. En este periodo, se recurre a la simetría básicamente y surge la idea de controlar la naturaleza para conseguir paisajes; manipulándola como si esta fuese un artificio, y de esta manera, crear paisajes organizados por la mirada. En este momento resurgen los ideales clásicos: belleza, orden y armonía, por esto, el diseño de los jardines busca apelar a todos los sentidos con la utilización de elementos como fuentes, cascadas, grutas, laberintos, estatuas y nichos. Adicionalmente, propone que estos jardines sean abiertos. El estilo renacentista es la base de los jardines franceses que se desarrollaran más adelante, en el siglo XVII.
            El Jardín Francés (Siglo XVII-XVIII), continua con la utilización de la simetría y su imposición sobre la naturaleza, innovando con la aparición de parterres. Según la RAE, los parterres se definen como; “jardín o parte de él con césped, flores y anchos paseos”. Asimismo, se busca que estos jardines además de abiertos, sean íntimos. Estos espacios se crean relacionándolos con el paisaje circundante mediante diseños que recurren principios de la perspectiva y de la óptica.
            El Barroco, retoma el horror vacui, es decir, el miedo al vacío, que proviene del arte cristiano, llenando los espacios con formas hasta recargarlas. Esta nueva concepción de la estética, transforma la relación del hombre con la naturaleza o mundo sensible, de manera que este puede fundirse con el objeto de su contemplación. Según Rosseau, la aparición del paisaje genera un alejamiento de la naturaleza; esto se evidencia en el hecho de que ahora la naturaleza está formada artísticamente – artificialmente (Natura Naturata), y no se le permite crecer como lo haría naturalmente (Natura Naturans).  Esta visión dogmática de los jardines, revela una   arquitectura que violenta a la naturaleza, organizándola artificialmente, pretenden que todo el tiempo se vea igual, imponiéndose a la realidad, desconociendo las estaciones del año.
            Finalmente, surge el Jardín Inglés, el cual aspira ser pintoresco, porque imita las pinturas de paisajes incluyendo algunos elementos agrestes. Este tipo de jardín nace como contraposición a la artificialidad de los jardines franceses, sin dejar de ser controlado, busca parecer salvaje y espontáneo. Esta libertad se identifica con los ideales de las sociedades democráticas. Entre los elementos característicos de este tipo de jardines se encuentran las masas compactas de bosques, pequeños valles, grandes perspectivas construidas en pequeños terrenos, la imitación de los accidentes naturales propios de la naturaleza salvaje y ruinas artificiales. Estos jardines no son definidos como los franceses, sino que permiten la aventura, los recorridos libres, tienen en cuenta la existencia de las estaciones como parte de la composición del mismo. Adicionalmente, se sustituye la arquitectura como modelo de la naturaleza.
           
Habiendo definido los principales tipos de jardines que influencian las obras de Salmona, se pueden relacionar sus diferentes paisajes, parques y jardines con cada uno de los anteriormente explicados. “En la Virgilio Barco, por ejemplo, el eje que define la entrada principal al edificio evoca los ejes tan evidentes de los jardines del barroco francés, tal como en Versailles o en Vaux-le-Vicomte[1], además hay cierta influencia presente de los jardines renacentistas, gracias al uso de perspectivas en sus diseños y la integración de los elementos arquitectónicos tales como esculturas y escalinatas con los elementos del paisajismo.
            Su casa de Ríofrío, se asemeja al estilo inglés. Él y su esposa buscaron reflejar la naturaleza salvaje, tal y como es; para lo cual, diseñaron su jardín, plantando árboles, arbustos y flores, modificando la topografía del lugar mediante la formación de montículos, taludes y la creación un estanque artificial abastecido con agua que les provee la quebrada de Ríofrío.
            Otro buen ejemplo que retoma la influencia de los jardines ingleses en sus diseños de paisajismo, es el Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional de Colombia, en donde se puede ver el gesto de enmarcar la entrada mediante el uso de grandes árboles.  Desde el interior, las ventanas del edificio encuadran vistas hacia los jardines o montañas.
 Su proyecto del Eje ambiental, evoca una marcada influencia de los jardines renacentistas y barrocos, reflejada mediante el uso del agua y de ciertas especies de árboles que guían todo el recorrido. Como en el caso anterior, el diseño de la jardinería de la casa en la Vicepresidencia juega con el agua a través de estanques y fuentes que definen los recorridos en la arquitectura, utilizando gran variedad de árboles, arbustos y flores que complementan el paisajismo del lugar.
            Estos ejemplos permiten comprender como los viajes que realizó, Rogelio Salmona, en su etapa formativa de arquitecto, fueron determinantes en  sus proyectos arquitectónicos en el campo del diseño paisajístico de las obras.
           
[1] Ricardo Castro. “Rogelio Salmona. Tributo”. Bogotá: Villegas Editores, 2008, p.25.
Rogelio Salmona. Eje ambiental, 1998-2000
Bitácora
Eje ambiental y Centro Cultural Gabriel García Márquez
Casa de la Vicepresidencia
Biblioteca Virgilio Barco

Edificio de Posgrados de Ciencias Humanas de la Universidad Nacional

Polo Club
Nueva Santa Fé de Bogotá
Torres del Parque
Bibliografía
Albornoz, Cristina. “Rogelio Salmona, un arquitecto frente a la historia”. Bogotá: Ediciones Uniandes, 2019.
Arcila, Claudia Antonia. “Conversaciones con Rogelio Salmona”. Bogotá: Taurus, 2007.
Bonells, J. E. (2017, 27 de enero). Capitulo VII.-Jardines barrocos en el mundo. Jardines sin fronteras. https://jardinessinfronteras.com/2017/01/25/rasgos-de-la-historia-de-la-jardineria-mundial-capitulo-6o/ 
Castro, Ricardo. “Rogelio Salmona. Tributo”. Bogotá: Villegas Editores, 2008.
González, Beatriz. “Roberto Páramo: Pintor de la Sabana”. Bogotá: Carlos Valencia Editores, 1987.
Maderuelo, Javier. (2005). “La definición de paisaje. En El paisaje. Génesis de un concepto” (pp. 15–39). ABADA.

Universidad de Los Andes 
Natalia Landínez Pinzón
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