Esta escultura ubicada en la entrada de un edificio transmite belleza desde que uno se detiene a mirarla. Ofrece distintas perspectivas de un rostro delicado, según la posición desde donde se observa. Expresa personalidad y cáracter, y a primera vista podríamos pensar que estamos viendo la cara de David desde distintos ángulos.
No podemos olvidar que los cánones de belleza son subjetivos y cada persona puede considerar "bello" cosas diferentes. Ante distintos ojos, este lugar cotidiano puede ser hermoso o pasar desapercibido. Cada cosa tiene su belleza, pero no todos la pueden ver.