Renuevo mis tejidos y puedo avanzar. Me doy cuenta de los ataques externos y puedo mandar neutralizadores repelentes. Me alimento siempre de lo que fui y dependiendo del suelo puedo absorber desde lo más liviano hasta lo más pesado. Decido y succiono.  Reconozco las raíces de las demás en mi camino y las escucho y las apoyo y las abrazo y me enredo y bailo con ellas en un tejido infinito.

Más que diluirse la individualidad, se pluraliza la unidad. Porque más que árbol soy bosque y mis raíces son más fruto que el fruto que con ellas logro.

“A través de sus raíces, los árboles llegan a construir una trama de tramas que hacen del bosque un sólo ser.

Las raíces son exploradoras; bocas y bombas de succión; comida cuando mueren; soporte y anclaje; punto de encuentro y de alianzas encadenadas; órganos sensibles; emisores y receptores de comunicación, pues; son redes sociales que conectan lo telúrico con lo aéreo, lo terreno con lo vivo. Son sencillamente la parte más importante de lo esencial de este mundo.” 

“No hay humanos sin humus, es decir sin que las raices, desde la oscuridad de los suelos, levanten lo que consigue convertirse en la mayor parte de la Vida en este planeta.”

Citas e inspiración por el libro: Los árboles te enseñarán a ver el bosque de Joaquín Araujo. 

Ilustraciones: Nae

@namorenae