Rosario Parreño's profile

Rosario Parreño | Traducción literaria

​​​​​​​¡Hola! Soy Rosario, licenciada en Filología Inglesa y con un Máster de Traducción Literaria. Me especialicé en narrativa, en concreto en la traducción del humor, ironía, parodia y sátira, con mi TFM: «La traducción del humor: análisis comparativo de Cuna de gato de Kurt Vonnegut».

Aquí va una muestra de traducciones inglés>español. 
Cuna de gato
—Oh, no, señor —dijo el conductor piadosamente—. Nadie tan loco.
—Nadie esconderle; nadie alimentarle. Todos demasiado listos para eso.

—Hombre muy malo —dijo el conductor. Lo que en realidad dijo fue: hambre muui palo.

Supongo que es de ser traidor y desagradecido y analfabeto y retrógrado y antiintelectual decir que un muerto tan famoso como Felix Hoenikker era un hijo de perra.

Era tan proporcionado como Gulliver entre los brobdingnagianos, e igualmente perspicaz y observador.
La dama del espejo: una reflexión
Al principio estaba tan lejos que era difícil verla. Vino distraída y tranquila arreglando una rosa por aquí, acercándose un clavel para olerlo por allí, mas no se detenía. Y cada vez se veía más y más grande en el espejo, cada vez se veía más la persona cuya mente trataba de descifrar. Iba confirmando mis ideas una a una, encajando los detalles que había descubierto en lo que veía. Estaban el vestido gris verdoso, los botines, la cesta, y algo destellante en el cuello. Venía tan lenta y sutilmente que no parecía alterar el dibujo del espejo, sino aportar un nuevo elemento que suavemente se movía y desplazaba los demás objetos como si les pidiera, cortésmente, que le dejara espacio.
¿Es que hemos venido desde Cuba para que te vistas así?
Todo a lo que me aferro es al tacto de la muñeca, fría y dura, y el hecho de que la voluntaria católica está intentando que le cambie mi suéter verde por una enguatadita gris con capucha y el logo de la bandera americana. Me envuelvo en mi suéter, que aún ahora huele a sal y a tierra cubana y a la casa de mi abuela, y la voluntaria católica me da un apretón en el hombro y se va, pensando, estoy segura, que el viaje por esas aguas agitadas me ha traumatizado. Mi mamá me sonríe tímidamente desde el otro lado de la habitación.
El Grúfalo
¡Un grufaló! Te lo diré en un santiamén.
Tiene garras de acero y dientes gigantes.
Colmillos afilados y zarpas espeluznantes.

¿Y dónde encontrarás a semejante animal?

Nos veremos aquí en este mismo sitio.
Y zorro a la brasa es su almuerzo favorito.
¿Zorro a la brasa? ¡Me piro!
¡Adiós, ratoncito!

Dijo el zorro en un suspiro.
Y se fue muy rapidito.

Sale el zorro.
Soneto 2: Cuando cuarenta inviernos castiguen tu faz
Al castigar cuarenta inviernos tu faz
Con profundos surcos en tu belleza,
Tu tan contemplada juventud fugaz,
Será una hierba de cruda bajeza

Y dirán dónde quedó tu esplendor
Varado en tus días de juventud,
Y verás con ojos faltos de fervor
Pródigos elogios, pena sin virtud
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