Hace 6 años, Lidia en su camino a casa de la universidad, encontró un gatito en la basura, con infección en los ojos y que apenas podía caminar. Sin dudarlo, ella se lo llevó para cuidarlo y darle atención médica. Con el tiempo, ella no imaginó que iría rescatando más y más gatos. A palabras de ella, era como si los gatitos callejeros la siguiesen."Mi plan era tener 20 gatos y conforme van saliendo en adopción... por ejemplo: adoptan 5 gatos, rescato 5; adoptan 10, rescatan 10, pero llego un punto donde se hizo insostenible, porque semanal me dejaban 5 o 6 gatos e incluso en dos días me dejaron 20 gatos" comentó Lidia.

Actualmente, Albergue Míster Cobaya da hogar a 43 gatos y 13 perros los cuales mensualmente necesitan alimento, cuidado y atención médica veterinaria que desafortunadamente solo es cubierto parcialmente por las pocas donaciones que llegan al albergue mediante rifas, sorteos o donaciones directas, por lo que Lidia es quien se hace cargo la mayoría de veces, y no siempre el animal se llega a salvar resultando en un choque emocional muy duro para ella.
"Una vez me dejaron 12 gatitos y los 12 se murieron. Todos los días se moría uno y eso que los tenía internados. Ellos tenían herpesvirus con calicivirus: el herpesvirus es una enfermedad viral donde en los ojos salen ulceras y hasta se salen los ojos. Entonces todos los días se morían los gatitos, yo no podía ni dormir y todos los días lloraba, era horrible", comentó.

Lidia, a lo largo de estos 6 años, ha tenido que lidiar no solo con los animales en pésimo estado que rescata, sino también con gente mala que en vez de apoyar, critican la labor que ella hace. Desde la calidad de comida que usa hasta que debería dormir a todos los animales en estado crítico para que ya no pida dinero." Los que menos te apoyan son los que más te critican", agrega ella.
Con el tiempo, ella desea que el albergue sea autosostenible, que sus seguidores se eduquen sobre esterilización, adopción y cuidado animal, y sobretodo que rescate animales sin necesidad de que se los dejen en la puerta.